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El mundo en 2024: cayó la pobreza, mejoró el medio ambiente y fueron a más las autocracias y las guerras

La incidencia de la miseria ya es de apenas un 8,5%. Sin embargo, el 71% de la población global vive ahora bajo autocracias.

La incidencia de la miseria ya es de apenas un 8,5%. Sin embargo, el 71% de la población global vive ahora bajo autocracias.
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La economía mundial siguió creciendo en 2024 y dicha evolución ha propiciado mejoras notables en indicadores de bienestar como la esperanza de vida o la tasa de pobreza. Sin embargo, esta evolución no significa que todo vaya a mejor, puesto que en el último año han ido a más los regímenes autocráticos y los procesos de violencia política.

El PIB per cápita medio a nivel mundial expresado en términos reales (es decir, ajustado a la inflación) ha crecido hasta alcanzar el mayor valor de toda la serie histórica. Esta rúbrica llegaba a 10.946 dólares en 2019, pero cayó a 10.454 en 2020, a raíz del empobrecimiento provocado por la mala gestión de la pandemia. Sin embargo, el Banco Mundial muestra que, tras empezar su recuperación en 2021 y afianzar su mejora en 2022, este indicador ha seguido creciendo hasta llegar a los 11.579 dólares que se alcanzaron en 2023, último año con datos cerrados.

La esperanza de vida también ha vuelto a subir, tras el "impasse" que supuso la pandemia del coronavirus, y se sitúa en los niveles más elevados conocidos hasta la fecha. Si en 2019 se situaba en 72,6 años y en 2020 cayó a 70,9 años, en 2021, 2022 y 2023 se empezó a apreciar una recuperación. Los datos de Naciones Unidas para 2024 elevan el promedio global a una esperanza de vida de 73,3 años, lo que supone el registro más alto de toda la serie histórica.

La tasa de pobreza arroja un comportamiento igualmente satisfactorio, puesto que su incidencia ha caído con fuerza a lo largo de los dos últimos siglos y, especialmente, de las últimas décadas. Si a comienzos del siglo XIX se seguían alcanzando registros del 80-90%, y si a mediados del siglo XX se seguía rebasando el 50%, en 2024 vemos que esta rúbrica cayó al 8,5%. Estos números, facilitados por el Banco Mundial, significan que la pobreza ya está por debajo de los niveles previos a la pandemia, cuando alcanza el 8,8%.

Otra rúbrica en la que se pueden apreciar mejoras muy significativas es en la abundancia de recursos básicos y materias primas. Entre 1980 y 2023, el precio de adquirir cincuenta recursos básicos y materias primas de uso común se abarató un 70,4% si tomamos en cuenta la evolución de los precios y la ajustamos al comportamiento de os salarios. Esto significa que hoy somos 3,4 veces más ricos en términos de acceso a dichos bienes, algo especialmente notable si tenemos en cuenta que la población se expandió un 80,2% durante este periodo, al pasar de 4.400 a 8.000 millones de personas. Estos datos se exponen con mayor detalle en el libro Superabundancia, publicado el pasado año en España por Ediciones Deusto.

Esas ganancias de eficiencia también se aprecian en el consumo energético del mundo, como ha puesto de manifiesto Hannah Ritchie en su libro Not the end of the world. Las emisiones de CO2 medidas en términos per cápita han caído en Estados Unidos a niveles de 1940, alcanzando en la Unión Europea cotas que no se veían desde 1960. A nivel global, la tendencia a más de dicha rúbrica se ha frenado en los últimos años y, de hecho, acumula dos décadas de relativa estabilidad, en torno a 4,6-4,7 toneladas por persona. Más importante aún: se ha consolidado el desacople del PIB respecto a las emisiones de CO2 per cápita. Así, aunque el PIB per cápita español ha subido un 46% desde 1990, la generación de CO2 por habitante ha caído un 21% durante el mismo periodo.

En materia medioambiental, esa mayor eficiencia favorece otros desarrollos positivos. Por ejemplo, la contaminación atmosférica ha caído con fuerza en las dos últimas décadas, sobre todo si nos fijamos en la concentración de óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre, monóxido de carbono, hollín… Por otro lado, el fenómeno de la reforestación continúa avanzando y la superficie de la UE cubierta por bosques ha subido del 32,6% al 39,8% desde 1990.

Pero no todo son buenas noticias, puesto que el proyecto de investigación política V-DEM de la Universidad de Gotemburgo ha estimado que el 71% de la población vive ahora bajo regímenes autocráticos. Esto significa que se ha producido un incremento del 48% durante la última década. Que el pasado año se celebrasen 74 comicios electorales no significa, pues, que la democracia esté avanzando a nivel global, puesto que ha ido a más el número de países en que las instituciones políticas no son liberales.

Asimismo, la violencia política ha crecido con fuerza, tal y como reflejan episodios como la invasión rusa de Ucrania o los ataques que ha sufrido Israel. En total, estos procesos han dejado 233.000 muertes, según cálculos de ACLED.

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