
Hace escasas semanas pudimos asistir a un nuevo momento de oro de nuestro progresismo patrio, pero esta vez corrió a cargo de otro personaje clásico de los programas de actualidad política y económica, no siendo otro que el economista Gonzalo Bernardos.
El profesor y economista, que en su día negó la burbuja inmobiliaria en España, que vaticinó el "castañazo" del S&P 500 en 2022 y que ahora se encuentra en máximos desde hace más de 20 años, o que aseguró también la caída del Bitcoin en noviembre de 2022 y que desde entonces no ha dejado de subir, nos dejó varias perlas en el programa de LaSexta Xplica, como podemos ver en este vídeo de Wall Street Wolverine:
Gonzalo Bernardos niega que las pensiones sean una estafa piramidal y dice que los jóvenes actuales han sido la generación más consentida, mimada y con mayores posibilidades que ha tenido España. pic.twitter.com/uceVynKIAj
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) December 29, 2024
Bernardos dice suficientes cosas como para escribir varios artículos al respecto, pero en este caso nos vamos a centrar en el que es probablemente el mayor patinazo en todo el vídeo, y no es otro que la afirmación de que las pensiones públicas "ni son un fraude, ni son una estafa piramidal". El economista dice esto sin dar ni una sola razón por la cual el sistema público de pensiones no sería ni un fraude ni ninguna estafa piramidal. Pero ¿qué es realmente una estafa piramidal?
Una estafa piramidal, en economía, se considera a aquel sistema de negocio en el cual los participantes ya existentes tienen que atraer a más clientes con el objetivo de que esos nuevos participantes sean los que produzcan beneficios para los participantes originales. Para esto, siempre se necesita que el número de participantes nuevos sea mayor al de los ya existentes, de ahí el nombre de "estafa piramidal". Pues bien, si nos damos cuenta esto es algo que encaja perfectamente con el sistema de reparto que tenemos en España.
En el actual sistema de pensiones público, los trabajadores actuales son los que, con sus cotizaciones, están pagando las pensiones de los actuales pensionistas. Es decir, las cotizaciones de las personas que están trabajando no van a una "hucha" o una "caja individual" para que en el futuro ese trabajador la reciba de vuelta cuando se jubile, no, esas cotizaciones de los actuales trabajadores van a pagar las pensiones de los actuales pensionistas.
Por tanto, el sistema siempre necesita que haya nuevos trabajadores para pagar las pensiones actuales, y también necesita que haya más personas en la base (trabajadores) que en la cúspide (pensionistas). Por ejemplo, en el caso de España, hay en torno a 2 trabajadores por cada pensionista, no siendo suficiente para sostener el actual gasto existente en pensiones.
Justamente esto influye en que el sistema sea del todo insostenible, acumulando una deuda de más de 100.000 millones de euros (el 7,4% del PIB), y siendo necesario recurrir a más deuda pública y subidas de impuestos para cubrir todo el gasto de las pensiones, ya que los ingresos por cotizaciones no son suficientes.
¿Y si lo hiciera una empresa privada?
¿Qué diría el profesor Bernardos si le dijéramos que un cliente firmó un contrato con una empresa por la cual a los 10 años de aportar una cuota todos los meses podría recibir una renta mensual de por vida, pero que al cabo de unos años la empresa modificó unilateralmente las condiciones y en lugar de 10 años serían 15 años, y luego de 15 pasa a 35, para después subir a 37 años, y así sucesivamente con más modificaciones? Lo más probable es que el profesor nos dijera que esto es una estafa, pues bien, esto es exactamente lo que ha hecho el Estado con los pensionistas desde 1985 en cuanto a la edad de jubilación.
En definitiva, en este pequeño vídeo hemos asistido a un nuevo ejercicio de demagogia e ignorancia del economista Gonzalo Bernardos, donde afirma una serie de cosas que quien no conozca al profesor podría pensar que se debe a que era el Día de los Inocentes. No obstante, esto es algo a lo que nos tiene acostumbrados desde hace años cuando veíamos sus "debates" con otros economistas como Juan Ramón Rallo o Daniel Lacalle, debates en los que solía salir muy mal parado, como es lógico. Sin embargo, y aunque ya no podamos disfrutar de estos debates, es muy probable que volvamos a ver de nuevo al profesor Bernardos en esta sección en este 2025.