Pedro Sánchez ha vuelto a pronunciar un discurso de los que darán mucho que hablar, y lo ha hecho este martes durante su intervención en la IX Conferencia de Embajadores y Embajadoras que se ha celebrado en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. El momento más impactante ha sido cuando ha dicho que "hemos pasado de ser un toro herido a ser un pata negra ibérico que se cotiza en todo el mundo".
El presidente del Gobierno ha vuelto a escudarse en el ranking del periódico británico "The Economist" sobre las mejores y peores economías del año 2024 para dar a entender que nuestro país es una gran potencia a nivel mundial y que somos poco menos que una de las mejores economías del mundo. Hemos pasado de que la economía española vaya como un "cohete" a ser un "pata negra ibérico".
Como ya podrá deducir el lector, España no está ni cerca de ser una de las mejores economías del mundo y no se ha producido ninguna "remontada", como asegura el presidente. Lo que hemos vuelto este martes es otra escenificación de lo que mejor sabe hacer Pedro Sánchez: contar medias verdades para manipular a la audiencia. A continuación, vamos a ver el porqué.
En primer lugar, aclararemos la cuestión que tiene que ver con el ranking del periódico "The Economist". Este diario realiza anualmente un ranking donde califica el mejor o peor desempeño de las distintas economías de la OCDE, de manera que en base a distintos indicadores (que van cambiando cada año, por cierto) establecen qué economías salen mejor y peor paradas durante un periodo de tiempo, generalmente un año. Así pues, en su último ranking (desde el cuarto trimestre de 2023 hasta el tercer trimestre de 2024) España fue el país que mejor salió parado en base a cinco indicadores económicos, aquí lo podemos ver:

España habría sido el país con mejor desempeño entre el cuarto trimestre de 2023 y el tercer trimestre de 2024 en esos cinco indicadores (crecimiento del PIB, evolución de la bolsa, evolución de la inflación subyacente, desempleo y déficit primario). Sin embargo, y a diferencia de lo que quiere dar a entender Pedro Sánchez, esto no hace que España sea la mejor economía del mundo, igual que tampoco hace que Grecia sea la tercera mejor economía estando empatada con Dinamarca, o que Colombia o Lituania sean la sexta u octava mejor economía del mundo.
Sánchez hace también una comparativa con la situación de España de hace 12 años y lo que decían en el diario de "The Economist" sobre la economía de nuestro país, aunque realmente no tendría que haberse ido tan lejos para encontrarse con una portada donde España ocupara una posición rematadamente mala. Para ello, tan sólo tendría que haber hecho mención del mismo ranking que realizó el periódico inglés para analizar el desempeño económico de los países de la OCDE durante el Covid-19, comparando datos entre el cuarto trimestre de 2019 y el tercer trimestre de 2021. Comprobemos en qué posición estaba España.

Tal y como podemos ver, España fue el país de la OCDE que obtuvo un peor desempeño económico entre el último trimestre de 2019 y el tercer trimestre de 2021. España fue la economía donde más cayeron los ingresos de los hogares, la economía donde más cayó el PIB, donde más cayó la bolsa, y donde más se incrementó la deuda pública. Es decir, España sacó el peor resultado en cuatro de los cinco indicadores, siendo con diferencia la peor economía en los años del Covid. Sin embargo, si vemos el último ranking comprobaremos que España no saca el mejor resultado en ningún indicador.
Por otro lado, si fuera cierto que España atraviesa por un estado económico tan bueno, no tendríamos unas cifras de pobreza tan alarmantes como las que tenemos y que Domingo Soriano ya contó recientemente en Libre Mercado, o no habría más de 2,5 millones de personas que acuden a bancos de alimentos, etc.
En definitiva, Sánchez ha vuelto a lanzar un discurso triunfalista que seguramente cale entre su electorado pero que no son más que palabras, palabras y palabras, y además basadas en mentiras. Nuestro presidente ha optado desde hace tiempo no por intentar mejorar la economía del país y la vida de los españoles, sino por decir que la economía de España ya es una de las mejores y que la vida de los españoles es muy buena, en otro ejercicio de propaganda que desgraciadamente no será el último.