
Tres meses atrás, el 29 de octubre de 2024, ocurría una de las peores catástrofes naturales que se recuerdan en España: una DANA que asoló, en su mayoría, a la Comunidad Valenciana y que segó la vida de 227 personas en el país, 219 de ellas en territorio valenciano. El temporal causó miles de millones de euros en pérdidas materiales que afectaron tanto a infraestructuras públicas como a negocios privados. No tardaron en salir los representantes institucionales a prometer ayudas "inmediatas", pero muchos de ellos apenas han recibido el 5% del total de la inversión que deben realizar por parte de las administraciones públicas.
Javier Martí es el primer farmacéutico que consiguió abrir sus puertas en la localidad de Paiporta –una de las más afectadas— tras el desastre de la DANA. Él no se encontraba en la farmacia que lleva su nombre alrededor de las 18 horas de aquel martes, pero cuatro de sus cinco trabajadoras sí. "Vieron luces y salieron de la farmacia, fue entonces cuando vieron que se había desbordado el Barranco del Poyo", ha recordado el propio Martí a Libre Mercado.

Ante evidente peligro que corrían "sin aviso de ningún tipo por parte de las administraciones", bajaron la persiana en cuestión de minutos y tuvieron la fortuna de llegar al coche cuando todavía el agua "llegaba hasta el tobillo" pudiendo llegar hasta sus casas, que se encuentran en Valencia capital. "No dormí en toda la noche pensando en todo lo que estaba pasando. Me desperté a las cinco o a las seis de la mañana y crucé andando el puente para llegar desde Valencia a Paiporta porque no dejaban pasar coches. Y me encontré una imagen devastadora, de guerra, indescriptible", relata el farmacéutico consciente de su suerte al no tener que lamentar pérdidas humanas.
Su negocio estaba completamente devastado, inaccesible por los coches apilados que había arrastrado la riada hasta su reja metálica. Pero gracias a los voluntarios y a sus familiares que lo ayudaron, "unas 40 o 50 personas", consiguieron hacer el establecimiento operativo en nueve días sacando el barro e instalando unas mesas fuera del local que servía de punto de "ayuda humanitaria" que se donaba a los afectados a partir del 7 de noviembre, "cuando ya volvió la luz".

Más donaciones de Roig que del Gobierno
Desde entonces Martí sabe que tiene que realizar una inversión de, al menos, 450.000 euros en material farmacéutico, "sin contar la reforma del local" para disponer de un local parecido al que tenía antes. Casi medio millón de euros necesarios para las computadoras –que todavía no pueden enchufar en enchufes más bajos de medio metro—, un brazo mecánico extendedor de medicamentos y demás material del día a día. Algo que todavía no ha podido reponer en su totalidad, por lo que los farmacéuticos han tenido que volver al mecanismo tradicional de almacenaje de medicamentos.
En este marco, Javier Martí –que al ser farmacéutico es también por ley autónomo— ha recibido una única ayuda del Gobierno presidido por Pedro Sánchez de 5.000 euros. O lo que es lo mismo, poco más del 1% de la inversión que necesita y una ayuda económica menor que la prestación donada por el dueño de Mercadona, el empresario valenciano Juan Roig, del que ha recibido una donación de 8.000 euros. "Nos pareció un poco mal, hemos recibido más ayuda de Juan Roig que del Gobierno", ha ejemplificado Martín en declaraciones a LM.
Dos de cada tres locales, cerrados
La prestación que ha recibido por parte del Ejecutivo central también es menor que la ofrecida por la Comunidad Valenciana, ya que, según ha explicado el farmacéutico a este mismo diario la primera no contaba con los trabajadores a cargo que tenían los autónomos como sí lo hacía la del Gobierno regional encabezado por Carlos Mazón, del que recibió alrededor de 14.000 euros.
En total, hasta el momento Martí ha recibido 22.000 euros procedentes del Gobierno central y el autonómico de los 450.000 que ha perdido, por lo que el empresario se ha mostrado agradecido a las diferentes iniciativas privadas que le han ayudado como la de Roig o la de las farmacéuticas que le han financiado los medicamentos durante estos primeros meses.

"Yo diría que por nuestro entorno hay un local abierto por cada tres que había abiertos antes de la DANA, lo cual después de tres meses me parece un porcentaje bajo", ha apostillado Martí –que sigue sin tener operativa la mayor parte de su establecimiento— sobre la gestión que las administraciones públicas han realizado del temporal durante estos 92 días a pesar de los constantes anuncios de ayudas a particulares y empresas.