
En apenas cuatro años, han cerrado unas 14.300 empresas agrícolas y se han perdido 35.000 empleos en el campo, según las cifras del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones consultadas por la asociación agraria Unión de Uniones. Mientras tanto, el Gobierno presume de sector y asegura que la destrucción de empleos se debe a la "modernización del campo".
Este es el resultado de cuatro años de políticas sanchistas basadas en los preceptos ideológicos de políticas ambientalistas que castigan la producción. El número de empresas agrarias se ha reducido en un 4,8% y el de empleos sostenidos por el sector en un 4,2% entre diciembre de 2021 y diciembre de 2024, con una especial incidencia para las explotaciones sin asalariados y las microexplotaciones.
Radiografía del sector
Las estadísticas de empresas inscritas en la seguridad social más recientes indican que 2024 cerró con un total de 284.711 empresas en el sector agrario (agricultura, ganadería, selvicultura, caza y pesca), empleando a 732.258 asalariados.
De estas empresas, la inmensa mayoría (61,3%) son autónomos que no cuentan con ningún asalariado y un 34,8% son microempresas con menos de 10 trabajadores. Según apunta Unión de Uniones, este tipo de microempresas "tiene un papel preponderante ya que suponen un 60% del empleo agrario contando el autoempleo autónomo. En el resto de sectores, los autónomos y microempresas suman el 26,6% del empleo".
Desde diciembre de 2021, se han perdido 14.296 empresas agrarias (un 4,8%), con un descenso del empleo del 4,2%, es decir 35.000 menos. Las explotaciones sin asalariados, o sea los autónomos, junto con las microempresas, son, en el sector agrario, las que soportan el grueso de estas reducciones, protagonizando más del 70% del empleo perdido.
¿Modernización del sector?
En agosto de 2024, el empleo agrícola bajó del millón de ocupados por primera vez desde mediados de los 90. Sin embargo, el Gobierno le quitó importancia y lo atribuyó a la "modernización" del campo y a una reestructuración de las explotaciones.
Para Unión de Uniones, "que en su conjunto haya disminuido tanto el número de empresas agrarias, como el número de empleados, resta peso al argumento de que se ha producido una reestructuración hacia el mayor dimensionamiento de las explotaciones para explicar los datos anteriores, si bien es innegable que este proceso también se ha dado, pero a más largo plazo".
Por otra parte, destacan también que "el índice oficial de salarios pagados por los agricultores ha subido desde el primer trimestre de 2022 más de un 22%, solo hasta el tercer trimestre de 2024".
Además, "la falta de relevo generacional, desmotivada ante las expectativas de unos malos resultados económicos –de forma mucho más acusada en el periodo más reciente por las malas cosechas y el encarecimiento de los costes de producción– conforman el escenario que favorece la desaparición de empresas y la destrucción de empleo en el sector".
"A quien puede extrañar que los agricultores y los ganaderos nos sintamos ofendidos cuando nos almorzamos con titulares del Ministerio sobre subidas estratosféricas de la renta agraria" señalan, y añaden "no hay quien se crea que en un sector con incrementos de renta del 40% en los últimos cuatro años se cierren empresas y se pierda trabajo. Directamente es pura ficción".