Yolanda Díaz viene de llamar "mala persona" al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, por no tener las mismas ansias que ella en recortar la jornada laboral. Viene de chocar con María Jesús Montero por el cobro del IRPF a los empleados que cobran el salario mínimo interprofesional. Y ahora, y con las heridas aún abiertas, busca nuevo jardín económico donde pisotear para demostrar que ella, y sólo ella, es la reina de la demagogia económica. El nuevo jardín el de los créditos rápidos. Y quiere regularlo desde Sumar.
Yolanda Díaz quiere "impulsar las medidas necesarias para regular los créditos rápidos eliminando su carácter abusivo y garantizando los derechos de los consumidores recogidos en la legislación vigente". Y tras semejante ambigüedad, su plan registrado en el Congreso señala que debe hacer con dos pautas: "Establecer criterios para definir qué se considera un préstamo abusivo. Implementar toda medida destinada a evitar costes de créditos excesivos o usurarios como los que han sufrido algunos consumidores". Ni un detalle más, salvo el hecho de que ella es la que abre este melón y se lo reclama al ministro de Economía. Porque son créditos, por mucho que sean para consumidores.
"Créditos inmediatos"
Sumar explica en su plan que "las empresas que se anuncian en metro, televisión o por internet ofreciendo créditos de pequeños importes han proliferado los últimos años. Ofrecen créditos de bajo importe, entre 50 y 1.000 euros, que en algunos casos suponen intereses de hasta el 4000%, 5000% e incluso 59000% TAE", según su información. Actualmente, "la normativa española no tiene reserva de actividad para la concesión de crédito, lo que supone que estas empresas que conceden préstamos inmediatos no son supervisadas por el Banco de España y ni siquiera hay un registro de las mismas. Cientos de compañías estarían ofreciendo créditos inmediatos incluso operando desde el extranjero sin ningún tipo de supervisión", afirman los comunistas.
"A los tipos abusivos se suma la falta de información. Algunas empresas ofrecen un préstamo sin interés para el primer crédito para captar al cliente. Una vez ofrecido el primer crédito, las empresas aplicarían los tipos excesivos y sin supervisión a clientes vulnerables que entran en espirales de pagos imposibles. En otros casos, la ausencia de intereses oculta comisiones de apertura o gestión totalmente abusivas", señala la formación de Yolanda Díaz.
"En definitiva, el negocio de las empresas de créditos rápidos es crear espirales de dependencia para explotar la situación de vulnerabilidad de miles de personas. Sin ningún tipo de estudio de solvencia del perfil de sus clientes, los atrapan y persiguen a través de empresas de cobros muy agresivas tratando de alargar el hilo de pagos el mayor tiempo posible", señala Sumar. Y concluye: "La UE ha regulado este tipo de créditos al consumo y es absolutamente necesario que nuestro país lo haga en el menor plazo de tiempo posible". Yolanda Díaz le acaba de poner los deberes a Carlos Cuerpo.