Con el principal indicador de nuestro mercado, Ibex 35, existen confusiones lógicas, ya que periodistas y mercado siempre se refieren a él como Ibex 35, que es como se recoge en todos los listados oficiales. Ese indicador recoge las cotizaciones de cada una de las empresas que contiene y el saldo total de sus valores, subidas y bajadas.
Sin embargo, este indicador no recoge el valor total que contiene el propio indicador, ya que deja fuera los dividendos que reparten las compañías del índice, algo que sí recogen otros indicadores internacionales.
Y esto es muy importante. Si atendemos al indicador sin dividendos, el máximo histórico se obtuvo en 2007 cuando rozó los 16.000 puntos. Desde entonces no ha levantado cabeza y nunca ha sido capaz de acercarse a esa cota. Quizá ahora es cuando más cerca está con los 13.000 con los que está coqueteando estos días.
Atendiendo a esto, podríamos pensar que alguien que invirtiera en 2007 en máximos y que no se hubiera movido, continuaría hoy, casi 20 años después, en pérdidas. Sin embargo, si algún inversor se ha encontrado en esta situación, sabrá de sobra que ya recuperó su inversión en 2013. El Ibex 35 con Dividendos registraba en 2007, coincidiendo con los 16.000 puntos del Ibex, más de 25.000 puntos. Una cota que ya consigue reconquistar en 2013 y que consolida en 2015. Menos de siete años después. Ahora, el indicador se encuentra por encima de los 46.000 puntos, su máximo histórico con diferencia.
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