
Tras una primera batalla ganada ante Autocontrol por campañas publicitarias de Repsol que Iberdrola interpretaba como greenwashing, ahora la Justicia ha dado la razón a la compañía que preside Antonio Brufau negando que sus contenidos y campañas constituyan competencia desleal o publicidad engañosa.
El Juzgado Mercantil Nº 2 de Santander ha desestimado íntegramente la demanda que interpuso Iberdrola contra Repsol en febrero de 2024, que aludía a quince contenidos de la web corporativa y tres campañas publicitarias que a juicio de la eléctrica eran greenwashing por presentar a la empresa como líder en la transición energética. El término greenwashing alude a estrategias empresariales para hacer ver que sus prácticas son sostenibles sin realmente serlo y que también está en el punto de mira del Gobierno.
En la resolución, la primera de un tribunal español sobre supuesto "ecopostureo", el juez dice que "no se acredita" que la publicidad y la página web de Repsol puedan inducir a error "sobre la naturaleza de una compañía hoy multienergética, pero fundamental y tradicionalmente petrolera". La sentencia remarca que "la sostenibilidad no es sinónimo de respetuoso o neutro con el medio ambiente", sino que une tres dimensiones: lo ecológico, lo económico y lo social, y es preciso un proceso de transición sin dejar a nadie atrás". El juez niega que el compromiso de Repsol de alcanzar las cero emisiones netas en 2050 sea un acto publicitario y destaca el proceso de transición, que defendió la empresa en el juicio, "sin comprometer la competitividad".
Entrando en algunas de las campañas señaladas, el juez apunta que "no tratan de actuar sobre la compra de vehículos, sino de suministrar energía (fósil o eléctrica) a los existentes". "No parece" que la oferta "pueda producir el efecto de que cada consumidor emplee más combustibles fósiles", sino de atraer, con descuentos, a nuevos clientes, tanto de ese producto como de recarga eléctrica. Tampoco aprecia ningún reclamo medioambiental en eslóganes como "cuantas más energías contratas, más ahorras", puesto que el mensaje "es de ahorro sumando tipos de energías contratados".
Desde Repsol, celebran la sentencia y dicen en un comunicado que el fallo acredita "el afán de la compañía por comunicar de forma veraz y transparente. Por el contrario, la sentencia pone al descubierto la estrategia de Iberdrola de descontextualizar los mensajes y campañas publicitarias de Repsol para desacreditarla y así limitar la competencia en el mercado eléctrico, donde Repsol ya tiene 2,5 millones de clientes, un 15% más que al cierre de 2023 (330.000 clientes adicionales en 2024)".
Repsol, añaden, "lamenta que Iberdrola haya acudido a los tribunales con argumentos infundados y descontextualizados y le invita a acostumbrarse a competir en un mercado abierto, en beneficio de los consumidores". "Repsol seguirá ofreciendo todas las soluciones energéticas que demande la sociedad, a través de la innovación y la tecnología, por ejemplo combustibles 100% renovables que ya están disponibles en más de 800 estaciones de servicio en España y Portugal", señalan.