La inversión periódica y sistemática en una estrategia diversificada en renta variable y a muy largo plazo, es la fórmula del éxito en los mercados. No es sofisticada, no permite presumir en tertulias de café de grandes rentabilidades o pelotazos, esos que propios y extraños buscan en Bolsa, dirigiendo sus inversiones como si movieran fichas en un casino.
El mercado de valores, la Bolsa, no es un casino, aunque la especulación sin conocimiento generalmente hace que se comporte como tal. La Bolsa es el mercado en el que se compran y venden títulos de propiedad de las compañías que cotizan en todo el mundo. En definitiva, lo que se hace es comprar empresas con expectativas de conseguir beneficios.
Uno de los grandes problemas que tenemos en el mercado hoy en día es que se confunde riesgo con volatilidad y, por mucho que los profesionales o la academia sigan identificándolos, la volatilidad no es más que las oportunidades que ofrece el mercado para capturar rentabilidades. El riesgo no es la volatilidad que tenga un activo o un índice (es decir, las variaciones de precio en ocasiones súbitas que experimenta en determinados momentos), sino que lo que constituye un riesgo en el mercado es incurrir en pérdidas permanentes de capital. Evidentemente si en momentos de fuertes caídas en el mercado, el miedo nos empuja a vender a pérdidas nuestra posición, ahí sí que habremos incurrido en ese riesgo y habremos consolidado una pérdida permanente de capital.
Dicho esto y volviendo a la fórmula mágica de la inversión, habría que añadir a lo ya dicho, que la clave del éxito pasa, además, por establecer órdenes de inversión sistemática y periódica en esa estrategia diversificada y a largo plazo, de modo que con la mayor periodicidad posible (idealmente cada mes) vayamos invirtiendo poco a poco en esta estrategia. Esto nos permite tener inversiones en los mejores y en los peores momentos de mercado, pero nos exponemos de manera decidida durante los meses en los que se producen los pocos días que cada año justifican la rentabilidad que obtiene un determinado índice o un determinado fondo.
Así, en momentos como los que vivimos, de incertidumbre y volatilidad, con activos en caída libre, y temor porque grandes campeones hasta ahora sigan la misma senda, mantener nuestra estrategia y continuar con la inversión sistemática nos permitirá capturar mayores rentabilidades cuando en el futuro, en el largo plazo, el viento vuelva a soplar a favor. El mercado, de manera sistemática y a lo largo de toda la historia ha logrado rebotar y volver a beneficios después de fuertes caídas.