Es quizá una de las tendencias más efervescentes en este momento en los mercados. Después de la fiebre de la IA, un poco aguada en los últimos tiempos después de las caídas de Nvidia o Tesla, ahora los inversores han encontrado un nuevo campeón: la industria de defensa.
Es preciso recordar que hace no mucho, la industria de la defensa, por fabricar armas o ser en muchos casos electrointensiva, se escapaba de los famosos criterios ESG que se convirtieron casi en condición indispensable para considerar invertible una compañía. Y por lo tanto, estas empresas fueron fuertemente castigadas en el mercado. Eran proscritas como lo fueron las grandes productoras de hidrocarburos.
Sin embargo la llegada de Trump a EEUU ha dado una nueva vida a estas empresas, sobre todo en Europa, tras acabar con la tradición liberal de EEUU y romper relaciones con Europa obligando al viejo continente a proveerse de su propia defensa y no contar ya con el paraguas militar de EEUU y la OTAN.
El efecto inmediato de esta amenaza ha sido que Alemania y el resto de países de Europa están incrementando sus partidas de gasto en defensa y, por extensión, las empresas del sector están despertando un importante apetito inversor.
Compañías como la francesa Dassault o la francesa Thales, al igual que la española Indra llevan acumuladas unas rentabilidades de más del 60% en los últimos seis meses. Si nos fijamos en la alemana Rheinmetal la subida es del 175% desde noviembre. Por su parte Leonardo (italiana) lleva un 125% de revalorización y la británica BAE System lleva un 29% en el mismo periodo.
Estos desempeños también invitan a la reflexión. ¿Sigue siendo buen momento o los deberes tendrían que haberse hecho con antelación? Algunas gestoras de fondos que se fijaron en este sector cuando estaba denostado por el mercado, son las que están aprovechando ahora estas subidas. Para otros, es posible que sea tarde.
Sin embargo, también es posible, como apuntan algunos inversores, que siga siendo un buen momento para toda la industria auxiliar de la defensa. Neumáticos, proveedores de software, o mecanizados de precisión tienen ahora mismo un nuevo reto y pueden suponer unas buenas ideas de inversión.
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