
El Impuestómetro del Instituto Juan de Mariana incluye en su edición de 2025 una interesante comparativa de los tipos efectivos del IRPF vigentes en 2008 con los aplicados en 2024. Este ejercicio permite comprobar en qué medida se ha producido un incremento fiscal encubierto a raíz de la no deflactación de estos umbrales.
El ejercicio, planteado originalmente por el ingeniero industrial y divulgador económico Jon González, pretende comprobar cómo han evolucionado el mínimo exento, los tramos y las deducciones del IRPF, tomando en cuenta la evolución del poder adquisitivo de los contribuyentes y reflejando así en qué medida se han dado actualizaciones o no del gravamen que tomen en cuenta el impacto de la inflación sobre el bolsillo de los trabajadores.
De esta forma podemos determinar si, para un mismo salario bruto, en términos de poder adquisitivo equivalente, el IRPF ha aumentado o disminuido desde 2008. Y, como puede verse en el siguiente gráfico, la conclusión es demoledora, puesto que todas las rentas del trabajo por encima de los 18.000 euros han experimentado un salto significativo en sus obligaciones fiscales a raíz de la no deflactación del IRPF.

Fuente: elaboración propia, a partir de datos del Ministerio de Hacienda y la Seguridad Social.
El gráfico anterior muestra dos curvas que representan los tipos medios efectivos para cada uno de los dos ejercicios analizados. La línea correspondiente a la situación actual (color rojo) tiende a situarse por encima de la de 2008 a partir de todos los niveles de renta de más de 18.000 euros y, de hecho, el incremento fiscal apreciado llega a superar el 60%.
El documento del IJM ofrece los siguientes ejemplos:
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"Para trabajadores con ingresos cercanos a los 25.000 euros, la tributación media efectiva ha crecido del 9 al 14 por ciento, lo que implica un incremento del 55 por ciento".
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"En el supuesto de un contribuyente de clase media, con unos ingresos de 30.000 euros, el tipo efectivo medio ha pasado de poco más del 10 por ciento a niveles superiores al 16 por ciento, lo que supone un incremento significativo, del 60 por ciento".
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"En el caso de un contribuyente con una renta más alta, de 50.000 euros, el tipo medio crece del entorno del 15 por ciento a cotas que rondan el 22 por ciento, un repunte de más del 45 por ciento".
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"En el extremo de la distribución de ingresos empleada para el ejercicio vemos que una renta de 80.000 euros sube de un tipo medio efectivo del 19 por ciento en 2008 a tasas del 28 por ciento en 2024, casi un 50 por ciento más."
Este ejercicio de actualización histórica incluido en el Impuestómetro de 2025 "permite comprobar en qué medida la evolución de los tipos impositivos ha sido creciente debido a la inflación, midiendo así la llamada "progresividad en frío". Resulta evidente, a la luz de los resultados, que el esfuerzo fiscal real observado es ahora mucho mayor que en 2008. Ante la no actualización de los umbrales y niveles de referencia que regulan el IRPF, este gravamen ha dejado de reflejar la capacidad económica real de los contribuyentes y ha empezado a desbordarla, configurándose como una figura recaudatoria cada vez más extractiva".
"Al no haberse deflactado los tramos, los mínimos exentos y las deducciones, la erosión del poder adquisitivo provocada por la inflación ha actuado como una subida fiscal encubierta que ha supuesto un impacto notable para los contribuyentes, recargando significativamente los pagos por IRPF, que han crecido entre un 45 y un 60 por ciento para los niveles de renta estudiados", concluye el informe.