
Desde que los humanos fueron conscientes de que los recursos son escasos y de que conforme hay un mayor número de habitantes en el planeta, mayor será la necesidad de utilizar bien esos recursos, se han ido fomentando y dando pie a diversas teorías en torno a la supuesta "sobrepoblación" del planeta. Según esta teoría, dado que los recursos son finitos, cuanta más gente viva en el planeta más escasos se volverán estos recursos, hasta llegar a un punto donde no haya suficientes bienes para todos.
Este tipo de corrientes son, afortunadamente, cada vez menos pronunciadas y están cada vez más marginadas en todos los ámbitos, incluido el ámbito académico, ya que es cada vez mayor la evidencia de que los recursos no sólo no es que estén disminuyendo en los últimos años o décadas, sino que más bien están aumentando. En este artículo lo vamos a ver.
Hace un tiempo ya hablamos en este medio sobre el Índice de Abundancia de Simon (SAI), un índice que cuantifica y mide la relación entre recursos y población, y que convierte la abundancia relativa de 50 productos básicos y de la población mundial en un valor único. Pues bien, según este indicador, los recursos se han vuelto un 518,4% más abundantes entre 1980 y 2024. Este índice comenzó a usarse en el año 1980 con un valor base de 100, situándose este valor en el 2024 en 618,4. Estas cifras vienen a mejorar las que vimos el año pasado, que fueron analizadas en este artículo.
¿Qué cambios se han producido entre 1980 y 2024?
El Índice de Abundancia de Simon (SAI) utiliza "precios temporales" para medir los cambios en la abundancia relativa. Estos precios indican cuánto tiempo debemos trabajar para ganar el suficiente dinero como para comprar un determinado producto, de tal modo que si trabajamos menos este año que el anterior para poder comprar algo, nuestro nivel de vida ha aumentado.
Así pues, los precios temporales de los productos básicos individuales cayeron, en promedio, un 70,4% entre 1980 y 2024, con caídas que oscilaron entre el 2,9% para las naranjas y del 85,2% para el cordero, por ejemplo. Esto quiere decir que el ciudadano promedio ha visto aumentar su abundancia personal de recursos en un 238,1% con variaciones que han oscilado entre el 2,9% ya mencionado para las naranjas, y del 573,6% para el cordero. En la siguiente tabla vamos a ver cuánto de abundantes se han vuelto los 50 productos básicos de esta cesta y cuánto ha caído su precio desde 1980 hasta 2024.
Productos individuales, variación porcentual del precio en el tiempo y variación porcentual de la abundancia, 1980-2024.

Así, entre 1980 y 2024, el precio medio en el tiempo de los 50 productos básicos que se miden en este índice cayó un 70,4%. Es decir, por el tiempo necesario para conseguir el dinero suficiente con el que comprar una unidad de esta cesta de productos básicos en 1980, se obtendrían 3,38 unidades en 2024. Otra forma de decirlo es que la abundancia de recursos aumentó un 238,1%. Además, durante el mismo periodo de tiempo, la población mundial creció en 3.682 millones de personas, pasando de 4.444 millones a más de 8.126 millones, un aumento del 82,9%.
Entre los productos básicos que se han vuelto más abundantes en estos 44 años, tenemos algunos como el cordero (573,6% más abundante), el azúcar (527,6% más abundante) o el algodón (527,3% más abundante). Por otro lado, las naranjas, el cobre y el oro serían los productos que menos abundantes se habrían vuelto, con crecimiento de "sólo" el 2,9%, 38,8% y 48,1%, respectivamente.
Otro dato interesante que nos aporta este indicador es que podemos ver qué productos se han vuelto más abundantes entre el año 2023 y el 2024, y cuáles se han vuelto más escasos. En la siguiente imagen lo podemos observar:

Como podemos ver, entre 2023 y 2024 hubo 20 productos básicos que se volvieron más escasos, como el cacao o el caucho, mientras hubo otros 30 productos básicos que se volvieron más abundantes, como es el caso del carbón o el maíz.
En resumidas cuentas, vemos que no son ciertas aquellas teorías que nos hablan de una escasez de recursos cada vez mayor en nuestro planeta, ya que los recursos se han vuelto más abundantes y cada vez se mejora más la forma de sacarles el máximo provecho a estos. El avance de la tecnología y el ingenio del ser humano son claves para que hayamos podido ver este incremento sin parangón de los recursos de que disponemos.