
Mientras millones de ciudadanos en España, Portugal e incluso parte del sur de Francia sufren este lunes un apagón de luz e internet masivo que paralizó transportes, comunicaciones y servicios públicos, las Islas Canarias y Baleares permanecen ajenas a la crisis. La razón de esta excepción se debe a que ambos archipiélagos cuentan con sistemas eléctricos independientes del de la Península, lo que les permitió mantener la estabilidad en sus redes de suministro.
¿Qué países están sin luz?
El apagón ha dejado a oscuras a buena parte de las principales ciudades españolas, entre ellas Madrid, Barcelona, Cádiz, Málaga, Sevilla y Murcia. Aunque en un primer momento se interpretó como un fallo de ámbito nacional, con el paso de las horas se ha confirmado que la incidencia ha tenido un alcance internacional, afectando también a otros países como Portugal, Andorra, Francia, Alemania e Italia.
A diferencia del sistema peninsular, interconectado con Francia, Portugal, Andorra y Marruecos y responsable de aproximadamente el 94% de la demanda eléctrica nacional, el sistema energético de las Islas Canarias opera de forma aislada. Cada isla cuenta con su propia red eléctrica autónoma, salvo Lanzarote y Fuerteventura, que están conectadas entre sí. Esta particularidad, que en condiciones normales supone un desafío por la menor estabilidad del sistema insular, resultó ser una ventaja durante la crisis de este lunes.
En el caso de Baleares, aunque el archipiélago está interconectado desde 2012 con la Península a través de un cable submarino, la estructura energética de las islas también dispone de capacidad propia suficiente para operar de manera independiente. De hecho, desde 2020, las islas baleares funcionan bajo un sistema único que conecta Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera, lo que refuerza su autonomía en situaciones de emergencia.
¿Cuáles son las causas del apagón?
Red Eléctrica Española (REE), encargada de garantizar la continuidad y seguridad del suministro, informó que a partir de las 13:00 horas comenzó la recuperación progresiva de la tensión en el norte y el sur peninsular. Según la compañía, el proceso de restablecimiento implica la reactivación paulatina de los grupos de generación y la energización de la red de transporte.
El apagón, cuyas causas aún se investigan, afectó gravemente infraestructuras críticas como, Metro Madrid, el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, la red ferroviaria de Adif, y los servicios de cercanías en varias ciudades. Aunque hospitales y servicios de emergencia lograron mantener operaciones básicas gracias a generadores de respaldo, otros sectores como el financiero reportaron incidencias menores en la conectividad de clientes y empresas.
Tanto el Gobierno español como el portugués han abierto investigaciones para esclarecer el origen de la interrupción, sin descartar hipótesis como un fallo técnico grave o un posible ciberataque. Equipos especializados del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) y técnicos de varios ministerios trabajan para esclarecer las causas. En definitiva, la particular estructura aislada de los sistemas eléctricos de Canarias y Baleares ha sido, en esta ocasión, la clave que les permitió resistir un apagón que dejó a gran parte de la Península a oscuras.