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Xabi Alonso vuelve a ganar a Hacienda en los tribunales

Esta vez la Agencia Tributaria le reclamaba un pago de 288.000 euros correspondiente a su etapa en el Real Madrid.

Esta vez la Agencia Tributaria le reclamaba un pago de 288.000 euros correspondiente a su etapa en el Real Madrid.
FREIBURG (Alemania), 04/05/2025.- El entrenador Xabi Alonso del Leverkusen reacciona antes del partido de fútbol de la Bundesliga alemana entre el SC Freiburg y el Bayer 04 Leverkusen en Friburgo, Alemania, 04 de mayo de 2025. (Alemania) EFE/EPA/RONALD WITTEK CONDICIONES - ATENCIÓN: El reglamento de la DFL prohíbe cualquier uso de fotografías como secuencias de imágenes y/o cuasi-vídeo. | EFE

Su nombre suena cada vez más fuerte como próximo entrenador del Real Madrid, pero Xabi Alonso no solo acumula títulos en los banquillos, sino que también se ha convertido en un verdadero campeón en los tribunales. Quien fue coronado "Rey" de Europa con el Liverpool y el Real Madrid y se erigió en pieza clave de la mejor selección española de todos los tiempos, con la que levantó dos Eurocopas y un Mundial, el talentoso mediocampista y ahora exitoso coach ha demostrado una gran determinación a la hora de jugar —y gana— otro tipo de finales: las que se disputan contra Hacienda. Y, a tenor de los resultados, no solamente gana, sino que lo hace con autoridad.

Así, ha trascendido que la Audiencia Nacional ha vuelto a darle la razón al deportista vasco, rechazando una reclamación de 288.000 euros que Hacienda le exigía por su etapa como jugador del Real Madrid. El origen de la disputa es tan enrevesado como habitual en la jungla fiscal española. Se trataba de pagos que el club blanco hizo al agente de Alonso pero que la inspección quiso reinterpretar como una forma de "retribución encubierta" para exigirle un mayor pago de IRPF.

Por tanto, el litigio que ahora se resuelve en un fallo favorable a Alonso giraba en torno a los pagos que el Real Madrid realizó en 2012 a su representante, concretamente a través de la empresa IDUB Servicios Deportivos, encargada de gestionar su carrera. La Agencia Tributaria sostuvo que estos honorarios no eran tal, sino una forma encubierta de incrementar la remuneración del futbolista sin tributar el IRPF correspondiente.

Para justificar la regularización, Hacienda invocó el artículo 13 de la Ley General Tributaria, que permite recalificar hechos imponibles cuando existen dudas sobre su verdadera naturaleza, alegando que se ha producido una "simulación" que pretende reducir la factura fiscal. Sin embargo, la Audiencia Nacional ha tumbado este enfoque, subrayando que dicho precepto no puede utilizarse como herramienta para reinterpretar contratos lícitos entre terceros.

Así, se estipula que, si la Administración sospecha de una "simulación", debe acudir a otras figuras jurídicas más estrictas y garantistas, como los artículos 15 y 16 de la Ley General Tributaria, cosa que no hizo. Por este motivo, el tribunal concluye que el uso del artículo 13 en este contexto fue improcedente y que, por tanto, la liquidación de 288.000 euros carece de base legal.

Decae la falsa acusación de "simulación"

El fallo judicial, sin duda, es contundente. Los magistrados consideran que la Agencia Tributaria se excedió en su interpretación del artículo 13 de la Ley General Tributaria, que se ha convertido en algo así como el comodín favorito de los inspectores para "recalificar" lo que no entienden o no les gusta y plantear que, supuestamente, el contribuyente ha empleado una fórmula legal inapropiada para tributar.

La presión que el fisco ejerce apelando a este tipo de interpretación busca justificar una liquidación forzada, un acta con acuerdo a la que muchos contribuyentes se avienen por evitar problemas y litigios que pueden prolongarse durante años, a pesar de que, a tenor de los resultados de aquellos procesos que sí llegan a juicio, muchas de estas acusaciones se plantean sin base jurídica ni respaldo suficiente.

Esta sentencia supone un triunfo más en la impecable trayectoria de Alonso en los juzgados. En 2019, el ex futbolista fue acusado de tres delitos fiscales vinculados a sus derechos de imagen. La Abogacía del Estado pedía ocho años de prisión; la Fiscalía, cinco años y una multa millonaria. Alonso, lejos de pactar o rendirse, eligió defender su inocencia y la legalidad de sus actos. Tras un largo periplo en el que su imagen pública se vio afectada, quien fuera "cerebro" del "Spanish Liverpool" y pieza clave del Real Madrid fue absuelto por la Audiencia Provincial de Madrid. Más tarde el Tribunal Supremo ratificó su inocencia con una histórica sentencia firme que desmontó, punto por punto, todos los argumentos del perito de Hacienda.

Mientras otras figuras públicas pactaban con el fisco por miedo a terminar en la cárcel o por preferir una mayor comodidad en vez del evidente desgaste de los procedimientos judiciales contra el Estado, Alonso ha preferido resistir y vencer. Su caso se ha convertido en un ejemplo poco frecuente de alguien que planta cara con principios y no se deja doblegar por una maquinaria tributaria que muchas veces actúa como juez y parte, con incentivos perversos, como bonus por recaudación para los inspectores, y sin garantías suficientes para el contribuyente, como han denunciado numerosos informes.

En un país donde el miedo a Hacienda está tan extendido como justificado, Xabi Alonso se ha convertido en un icono de la dignidad frente al atropello fiscal. Sus victorias no solo son personales: son también un toque de atención a una administración que, con demasiada frecuencia, usa el castigo fiscal como herramienta política, sin importar el daño reputacional, económico y psicológico a los contribuyentes. El mensaje que deja este nuevo revés para la Agencia Tributaria es claro: los inspectores no están por encima de la ley. Y, como demuestra Alonso, hay quien todavía está dispuesto a llegar hasta el final para defender su derecho a no ser tratado como culpable por defecto.

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