Un nuevo apagón ha afectado este jueves a varios municipios de la isla de La Palma, dejando sin suministro eléctrico a cerca de 19.000 ciudadanos poco antes de las 10:00 de la mañana. El corte de energía, se ha prolongado durante casi dos horas y aunque el suministro ya ha sido restablecido, las autoridades insulares y regionales han alertado sobre la gravedad de la situación energética en la isla, especialmente tras otro apagón sufrido el pasado 28 de abril.
A estos apagones se suma el abandono por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, que ha dejado a merced a los ciudadanos de la Palma desde la terrible erupción del volcán de la isla en 2021. Y es que, Sánchez metió en barracones a las familias que perdieron sus casas.
Infraestructuras críticas como el aeropuerto de La Palma o el hospital principal no se han visto afectadas gracias a sistemas de respaldo, pero el impacto para la población general fue significativo. Endesa y Red Eléctrica iniciaron de inmediato los trabajos de reposición y diagnóstico del problema.
Sara Aagesen, ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del Gobierno, ha informado de que el incidente se debió a un fallo en una subestación y que Red Eléctrica había comunicado que el sistema estaría operativo en 45 minutos desde el aviso. Por su parte, el director general de Energía del Gobierno de Canarias, Alberto Hernández, supervisó la evolución desde el centro de control de Endesa.
"Emergencia energética"
El Cabildo de La Palma, a través de un comunicado, ha pedido a la ciudadanía mantener la calma, evitar saturar los servicios de emergencia, ahorrar batería en los dispositivos móviles y no encender todos los aparatos electrónicos al mismo tiempo para no sobrecargar la red.
Fernando González, consejero insular de Energía, calificó la situación como una "emergencia energética" y exigió a la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias una intervención urgente. Según González, la isla cuenta con generadores obsoletos y ya ha registrado dos apagones en menos de una semana, lo que evidencia una fragilidad preocupante en el sistema energético insular.