
La celebración de la Junta General de Accionistas de Prisa este 14 de mayo era una de las fechas marcadas en rojo en el calendario del presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, tras declararle la guerra a la Moncloa y despedir a sus emisarios en la compañía, José Miguel Contreras y Carlos Núñez.
La junta finalmente se ha desarrollado sin incidentes destacados, más allá de una duración extraordinaria para los usos y costumbres actuales en las grandes compañías españolas. Casi dos horas de junta para que Joseph Oughourlian viera aprobados por abrumadora mayoría de su accionariado todas las propuestas del orden del día y que sirven, entre otras cosas, para orillar los intereses de Moncloa representados por los accionistas Global Alconaba y los ya despedidos Contreras y Núñez. Hay que recordar que Global Alconaba ha llevado varios acuerdos del consejo de administración a los tribunales.
Perfectamente consciente de la polémica y el morbo que subyacía en la celebración de esta junta, Oughourlian se ha referido a sus enemigos dentro de la compañía como el "elefante en la habitación" y ha añadido que había "dudado si aprovechar esta junta para dirigirme al grupo que está cuestionando la integridad de la compañía, pero prefiero tenderles la mano, a ellos y a todos los que tienen intereses legítimos en Prisa". Y ha advertido: "Prisa no es un juguete (...) no podemos tolerar que intereses particulares se impongan al bien común (...) no podemos distraernos con batallas internas".
Tampoco ha eludido el episodio que hizo saltar todo por los aires: el proyecto de televisión que Núñez y Contreras presentaron sin su consentimiento: "Un proyecto imposible de justificar desde el punto de vista financiera y muy dudoso desde el punto de vista industrial" y ha lamentado los "ataques" que ha recibido desde entonces, "mediático, financiero o personales".
Después de insistir en que está harto de "guerras intestinas", ha defendido la refinanciación del grupo como trampolín de crecimiento y se ha referido a Santillana como "la punta de lanza de Prisa en América" con unos resultados espectaculares. Una afirmación que ha rematado destacando que "no se va a vender".
La reunión de la junta de accionistas se ha celebrado cuando todavía está pendiente de resolución la demanda interpuesta por Global Alconaba -que tiene en torno al 7 % del grupo- ante los Juzgados de lo Mercantil por un acuerdo que Prisa adquirió con su principal acreedor, Pimco, para refinanciar la deuda del grupo y por una ampliación de capital por 40 millones -el 10 % del grupo- que se efectuó a finales de marzo y cuya resolución ha sido aprobada por la junta general.
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