Pedro Sánchez se ha empeñado en asegurar que nuestro sistema eléctrico puede vivir sólo de las renovables más inestables -fotovoltaica y eólica- pese a que lo cierto es que el mix posterior al apagón no ha dejado de incrementar la ponderación de energía nuclear y procedente de los ciclos combinados de gas natural.
Es más, como acaba de certificar Libertad Digital, una misión bajo mando directo del secretario de estado de Asuntos Exteriores, Diego Martínez Belío, y la embajadora española en EEUU, Ángeles Moreno Bau, ha mantenido diversas reuniones con algunos de los principales centros de decisión norteamericanos para incrementar la compras de gas natural.
Traducido: que mientras Sánchez afirma en España que no necesitamos más que las energías verdes que él prefiere, lo cierto es que su propia administración se ha lanzado a asegurar la compra de gas natural porque saben que un segundo apagón en estos momentos sería letal para la supervivencia política de Sánchez.
Fuentes conocedoras de los encuentros de la delegación española aseguran que han resultado un tanto extrañas las explicaciones ofrecidas con respecto al apagón. Y es que los enviados españoles a las citas han mantenido "que hasta dentro de seis meses no se van a conocer las causas del apagón. Cuando todos los presentes sabemos que eso es imposible de creer y que, si de verás fuese así, querría decir que la red española está en una situación totalmente inadmisible para una economía avanzada".
Los asistentes americanos igualmente han consultado a los españoles por su predilección por el gas americano. Evidentemente quieren vender a España o cualquier comprador, pero no alcanzan a entender cómo, teniendo la relación histórica que ha mantenido la economía española con Argelia para comprar gas natural más barato e importarlo por medio de los dos gaseoductos construidos -uno está cerrado por decisión de Argelia y ante las relaciones de Sánchez con Marruecos-, puede estar negociando la compra de un gas mucho más caro como es el procedente de EEUU.
Sea como sea, lo cierto es que la misión desvela otra mentira de Sánchez: la afirmación de que nuestro sistema eléctrico puede vivir sin problemas y casi en exclusiva de la energía fotovoltaica y eólica.
De hecho, Libertad Digital ya publicó el pasado mes de abril la extraña estructura de compra de gas natural que mantiene España. Porque Pedro Sánchez no dejaba de asegurar que quería liderar la respuesta frente a las medidas arancelarias de Donald Trump. Que quería ser el ariete frente al movimiento de "ultraderecha" del presidente de EEUU. Y, mientras lo decía, resultaba que España, según los datos del mes de febrero, había situado a Estados Unidos como el principal suministrador de gas natural y a Rusia como el tercero. En medio de ambos sólo quedaba Argelia y porque España mantiene una doble estructura de gasoductos –uno permanece, como ya se ha señalado, cerrado por el apoyo de Sánchez a Marruecos– que le lleva a contar con ese suministro de forma casi estable.
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