
José Luis Escrivá amordaza al Banco de España. El actual gobernador de esta institución se niega a que su servicio de estudios -que es la Dirección de Economía- vuelva a analizar la sostenibilidad de las pensiones o los efectos del SMI sobre el empleo y la economía española.
Así lo afirmó ayer lunes el exministro de Seguridad Social bajo el Gobierno de Pedro Sánchez en una extensa y esperada comparecencia en el Congreso de los Diputados. "Yo no tengo legitimidad democrática para decir nada de eso" señaló Escrivá en referencia al análisis de las pensiones.
"Y yo les planteo un reto: miren a ver qué banco central de nuestro entorno habla sobre pensiones porque eso significa decir a quién apoyas y a quién no apoyas. Yo no me siento capaz desde mi gorra de gobernador del Banco de España" añadió ante los representantes de Sumar, ERC, PSOE, PP y Vox.
Se niega a examinarse a él mismo
Escrivá acudió al Congreso de los Diputados para analizar el polémico Informe Anual que ha desembocado en que su director de Economía, Ángel Gavilán, vaya a dejar esta semana el cargo.
Escrivá ha negado el evidente desencuentro entre ambos, y ha llegado a asegurar que "yo no hubiera querido que se hubiera ido. Estoy encantado con el señor Gavilán". El exministro ha insistido en que su técnico se ha marchado porque "quería nuevos horizontes" desmintiendo así que su marcha haya estado relacionada con la censura que Escrivá ha ejercido sobre su trabajo en el Informe Anual.
Este año, este documento que analiza la economía española ha ignorado el análisis de la reforma de pensiones como sí hizo años anteriores, lo que ha supuesto el descrédito de la institución. La razón de este cambio de prioridades no es otra que la de que el autor de la última reforma de pensiones ha sido su actual gobernador cuando comandaba la Seguridad Social con Sánchez. Por tanto, se tendría que evaluar a sí mismo.
A pesar de que hasta el Consejo de Gobierno del Banco de España ha reconocido oficialmente que modificaron el borrador del Informe Anual para no herir ciertas "sensibilidades", Escrivá ha asegurado que "soy el primer gobernador que no ha intervenido en la redacción del Informe Anual". Después ha matizado que "sí he escrito las primeras páginas. El resto se ha presentado al consejo y los consejeros hicieron las observaciones". Cabe recordar que la número dos de ese consejo es Soledad Núñez, vinculada directamente con el PSOE, y que el resto de miembros son afines a la izquierda exceptuando, Fernando Fernández, ligado al PP.
"Ha habido una filtración de un documento del consejo, lo que es un delito y un acto sin precedentes que nunca había ocurrido" avisó Escrivá.
No hablará del SMI: "No somos tertulianos"
La excusa de Escrivá para censurar el análisis sobre el mayor problema para el equilibrio de las finanzas de nuestro país es que analizar las pensiones supondría analizar "cuestiones que tienen que ver con la redistribución de la renta".
En este sentido, "tampoco voy a hablar del Salario Mínimo porque tiene un componente redistributivo muy fuerte y es posible que haya costes de eficiencia. No está en la cultura de los bancos centrales entrar. No somos tertulianos" sentenció.
Cabe recordar que el análisis sobre los efectos del SMI de la economía española le costó hace unos años a su antecesor, Pablo Hernández de Cos, un duro enfrentamiento con el Gobierno. En unas declaraciones sin precedentes los socios de Podemos de Sánchez llamaron a "correr a gorrazos" a Hernández de Cos por la publicación de un informe que osaba afirmar que la subida del SMI destruye empleo. A partir de ahora, el SMI y las pensiones serán tabú para el Banco de España.
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