La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha comparecido este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para presentar el informe del denominado Comité para el análisis de las circunstancias que concurrieron en el cero energético, sobre lo ocurrido el 28 de abril, el día del gran apagón. El informe, con información "anonimizada", es decir, sin nombres de compañías, operadores o instalaciones, llega justo cuando están comenzando a publicarse audios que revelan los nervios en las horas previas y la responsabilidad de Red Eléctrica.
La ministra, que ha vuelto a descartar el más que descartado ciberataque, ha vuelto a hablar de los 170 gigabytes y "millones de datos" analizados para justificar que más de un mes después España no tenga una explicación oficial de lo que pasó. A falta de conocer la letra pequeña, que se hará pública en las próximas horas, el informe de Aagesen reparte culpas pero por primera vez la ministra sí ha apuntado a posibles responsabilidades de Red Eléctrica, insistiendo eso sí en que es "un fenómeno complejo" y "multifactorial".
La ministra ha hablado de cuatro fases, la primera de ellas relativa a las "inestabilidades de tensión" denunciadas desde hace semanas por los conocedores del sistema. La tensión, ha dicho, "es una variable fundamental" y ha de operar "dentro de unos límites" y en su control son determinantes los generadores de electricidad: la energía síncrona (hidroeléctrica, nuclear, gas) mediante un "control dinámico de tensión", y las renovables y la red, mediante "control de potencia". El día anterior al apagón, ha admitido Aagesen, se programaron "diez centrales térmicas", repartidas por todo el territorio y "solicitadas por el sistema a cambio de compensaciones económicas para absorber y generar energía reactiva" con el fin de limitar esas oscilaciones. "Horas después, a las ocho de la tarde, una de las centrales se declaró indisponible", ha contado la ministra, añadiendo que ante esta situación se efectuaron reajustes pero no se decidió "sustituir esa necesidad", por lo que en las horas centrales del día, ese tipo de energía "era inferior a lo que habían calculado".
Ya hablando del día 28, Aagesen ha admitido "inestabilidad desde las 9 horas", con subidas y bajadas que desencadenaron "llamadas desde los centros de control" a Red Eléctrica "advirtiendo de esas variaciones", unas llamadas que ya están comentando a filtrarse. La ministra ha alegado que las tensiones "estaban dentro de los límites máximos y mínimos" que dice la normativa pero mostraban inestabilidad. A partir de ahí, a partir de las 12.03, se desencadenó el desastre, con una primera oscilación "atípica", vinculada "con una instalación específica", que Aagesen no ha precisado, y que desata llamadas y "preocupación".
Las primeras medidas de Red Eléctrica "para amortiguar" contribuyeron a su vez a un "aumento de tensión" y lo mismo ocurrió con la decisión de reducir la exportación con Francia. Una segunda oscilación a las 12.19 con origen en Europa desencadenó nuevas medidas "eficaces, pero con un efecto negativo para la tensión" y en ese momento, "lo que hace el operador es ordenar conectar una nueva central en la zona sur". Ya era tarde: Aagesen ha relatado cómo encender ese ciclo combinado necesitaba "hora y media", es decir, el refuerzo no habría llegado hasta las dos. Hace unos días, el CEO de Iberdrola España ya había revelado que se les pidió encender una central de ciclo combinado cinco minutos antes del apagón.
En su relato, Aagesen ha afirmado que las centrales conectadas para regular la tensión no consiguieron hacerlo. Por otro lado ha hablado del momento en que ante una "tensión que no para de subir", el operador identificó "desconexiones de plantas más pequeñas" (sin precisar si eran fotovoltaicas) y luego de "mayor envergadura". Según la ministra, si bien las desconexiones se produjeron "para protegerse", hubo algunas que "ocurrieron de manera indebida", sin atender a los límites máximos y mínimos de tensión establecidos por el sistema.
Un sistema "sin suficiente capacidad de control"
Tras su relato de esos "cinco segundos" en que "la escalada era tal que ya no había nada que hacer", Aagesen se ha ocupado de insistir en ese "origen multifactorial" admitiendo, por primera vez, que "el sistema no tenía suficiente capacidad de control de tensión dinámica". Ese día, ha revelado, "el programa final de control de tensión fue el menor desde que empezó este año". Tras admitir las culpas de Red Eléctrica, la compañía presidida por la socialista Beatriz Corredor y descrita como "privada" desde el Gobierno pese al control de la SEPI, la ministra ha señalado a las eléctricas: "Con la información que tenemos, los grupos de generación que tenían que haber controlado la tensión, muchos retribuidos, no absorbieron toda la energía reactiva que se esperaba en un contexto de elevadas tensiones".
Por otro lado, Aagesen ha subrayado cómo las medidas para controlar las oscilaciones desembocaron "en mayores tensiones" y por último, cómo se produjeron "desconexiones de generación, algunas aparentemente indebidas". Así, ha dicho, se llegó al "punto de no retorno", con una "reacción imparable" a la que se llegó "porque no había suficiente capacidad de regular la tensión".
"Mala planificación" y empresas señaladas
En el turno de preguntas, Aagesen ha sido aún más clara respecto de Red Eléctrica, insistiendo en que el informe "multifactorial" apunta a una "escasa capacidad de regulación de tensión" por "una mala planificación". En cuanto a cómo se dirimirán finalmente las culpas ante las indemnizaciones que previsiblemente se pedirán, Aagesen ha señalado que llega ahora el turno de "procedimientos administrativos y judiciales".
Respecto a las centrales térmicas que operaban ese día para controlar tensión, Aagesen ha sentenciado que "todas y cada una de ellas tenían algún grado de incumplimiento".
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