
Subidas de la pensión al IPC, descuentos en el transporte, en el cine, en las vacaciones... El colectivo de jubilados se ha convertido en el más agasajado por los políticos en los últimos tiempos por una cuestión meramente electoralista (es el más numeroso y cada vez es mayor).
Sin embargo, cuando llegue el momento de su jubilación, los jóvenes actuales no correrán con la misma suerte que sus antecesores. Esta es una de las conclusiones principales a las que ha llegado el estudio publicado ayer jueves por la Fundación BBVA e Ivie Presente y futuro de la juventud española.
La responsabilidad del Gobierno
Y el Gobierno de Pedro Sánchez tiene buena parte de responsabilidad. En el año 2023, el exministro de Seguridad Social y actual gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, puso en marcha el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). El MEI consiste en una subida sistemática de las cotizaciones sociales que pagan cada año todas las empresas, trabajadores y autónomos del país.
La excusa que dio el Ejecutivo para la creación del MEI es poder hacer frente a la oleada de jubilaciones masivas de la generación del baby boom (los nacidos entre finales de los 50 y los 70), que ya han comenzado a jubilarse. Sin embargo, no será suficiente, por lo que la Seguridad Social cada vez tiene que tirar más de los Presupuestos para poder pagar las pensiones.
Eso sí, el MEI ya está en marcha, y aumenta el tipo de cotización en 0,1 puntos porcentuales por año, desde el 0,6% en 2023 hasta el 1,2% en 2029, con posibilidad de subir todavía más si el déficit de la Seguridad Social se incrementa.
La trampa
"Como consecuencia de las reformas ya aprobadas, la mayor parte del ajuste que van a tener que soportar los jóvenes actuales se manifestará, sobre todo, por un mayor esfuerzo de cotización, como consecuencia de la aplicación del mecanismo de equidad intergeneracional y, en caso de salarios altos, por la cuota de solidaridad" señala el estudio.
"Estas dos últimas medidas suponen un aumento de las cotizaciones y, por lo tanto, un menor salario neto para los trabajadores; sin embargo, dado que para el cálculo de la pensión el sistema español no tiene en cuenta el tipo de cotización sino las bases de cotización, todas esas cotizaciones adicionales no van a suponer un aumento de pensión" recuerdan. Por tanto, estamos ante una trampa del actual Gobierno a los jóvenes (o futuros jubilados) que verán reducido sus salarios a cambio de nada.
Menos sueldos y menos pensión
Además, los actuales trabajadores se enfrentarán a un recorte por la puerta de atrás que es el aumento de la edad ordinaria de jubilación hasta los 67 años con menos de 38,5 años cotizados en 2027 y el aumento hasta 37 años cotizados necesarios para alcanzar un 100% de la base reguladora en 2027.
El informe recoge que la tasa de ocupación de las personas entre 16 y 29 años se sitúa en el 43,2% en 2024, 15 puntos porcentuales por debajo de la que se registraba en 2007 para ese mismo grupo de edad (58,7%). "El acceso más tardío a un empleo dificultará que los jóvenes de hoy en día logren completar carreras laborales suficientemente largas y, por lo tanto, tendrán que prolongar su permanencia en el mundo laboral para conseguir una pensión que les permita mantener su nivel de vida" pronostican.
Esta reflexión tiene que ver con la tasa de reemplazo, que "cuanto menor sea la duración de la carrera laboral, más baja será, es decir, la pensión será más reducida respecto al último salario" avisan. Esto, si lo unimos a unos salarios más bajos de base, "podría dar lugar a problemas de suficiencia, y por lo tanto un nivel de bienestar mermado tanto durante su vida laboral como tras la jubilación" añaden.
Por tanto, "los jóvenes que se incorporen tarde a su primer empleo tendrán que prolongar su vida laboral más allá de la edad de jubilación establecida para conseguir una pensión que les permita mantener su nivel de vida previo, salvo que dispongan de un ahorro acumulado suficiente (pensión privada, herencias, etc.).

En la tabla anterior se observa que "con la legislación prevista actualmente, proyectada a 2065, hay una tasa bruta de reemplazo del 90% (que equivale aproximadamente a una tasa neta del 100%, lo que significa mantener el nivel de vida previo) con 40 o más años cotizados y con una edad de jubilación de 65 años. Para conseguir la misma tasa de reemplazo con una carrera laboral de 35 años se deberá demorar la jubilación hasta los 68 años, y hasta los 71 años con sólo 30 años cotizados". También resulta llamativa la baja tasa de reemplazo de las pensiones más altas, que son las que le corresponderían a los trabajadores que más ganan (y que más han cotizado).
Sánchez ya ha dejado claro que un medio crítico como este es un obstáculo. Nos halaga pero necesitamos tu ayuda para demostrarle que lo que dice es cierto. Hazte socio del Club LD.