
Novak Djokovic, el astro serbio del tenis, ha vuelto a situarse en el centro del foco mediático, pero esta vez no por su revés implacable sino por su mudanza estratégica. Según informaciones divulgadas por diversos medios griegos, el deportista de élite ha solicitado un permiso de residencia fiscal en el país heleno a través de su programa Golden Visa. Esto supone, de facto, el inicio de su salida de España, donde reside desde hace más de un lustro y posee una mansión valorada en 10 millones de euros y ubicada en Marbella.
El cambio no es del todo sorprendente. En marzo de 2025, el Ayuntamiento de Marbella multó a Djokovic con 10.000 euros asegurando que completó una serie de "obras ilegales" en su villa de Sierra Blanca. Según la información divulgada entonces, el número uno del tenis mundial eliminó un aparcamiento en el sótano y amplió un porche, infracciones que no habrían respetado los límites de altura ni las distancias mínimas a linderos que fija la corporación municipal.
Aunque el propio consistorio ha asegurado que la obra es "legalizable", el incidente ilustra la creciente percepción de que la burocracia urbanística y administrativa española puede volverse un auténtico calvario, lo que, sumado a la elevada presión fiscal aplicada en nuestro país, configura una situación compleja y carente de atractivo.
El atractivo fiscal griego
Pero, más allá de los problemas urbanísticos, el verdadero motivo de fondo detrás del cambio de residencia es de tipo fiscal. Djokovic, según Forbes, ingresó cerca de 38 millones de dólares en 2023, entre premios y patrocinios. Para un contribuyente de su nivel, la diferencia de tributación entre España y Grecia es sustancial.
En España, un residente fiscal tributa en el IRPF por su renta mundial. Así, en los tramos altos, pagaría lo siguiente:
Rentas del trabajo y actividades económicas:
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45-50 % marginal (varía según la comunidad autónoma; Andalucía está en torno al 47 % marginal máximo).
Rentas del ahorro (intereses, dividendos, plusvalías):
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Tipos del 19 % al 28 %.
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Impuesto sobre el Patrimonio.
Si residiera en el país menos de 183 días, Djokovic podría haber optado por el régimen de impatriados (Ley Beckham), pero el límite de retribuciones exentas es muy inferior a sus ingresos y no cubre rentas de actividades profesionales o patrocinios, que constituyen una gran parte de su riqueza. Grecia, en cambio, ha diseñado un sistema mucho más amable para grandes patrimonios. Abarca los siguientes incentivos:
Golden Visa:
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Se obtiene con solo invertir 250.000 € en bienes inmuebles. No exige un número mínimo de días de residencia, permitiendo flexibilidad a deportistas o empresarios.
Régimen fiscal para "non-dom" (para nuevos residentes de gran patrimonio):
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Pago de un impuesto fijo de 100.000 € al año sobre las rentas generadas en el extranjero, independientemente de su volumen.
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Las rentas griegas sí tributan al tipo progresivo (hasta el 44 %), pero Djokovic podría estructurar su vida para concentrar la mayoría de sus ingresos fuera de Grecia.
Un ejemplo práctico centrado en el caso de Djokovic ilustra la diferencia entre uno y otro modelo:
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Ingresos anuales: ~38 M USD ≈ 35 M €
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En España: pagaría aproximadamente entre 45 % y 47 % sobre su renta mundial, es decir, más de 15 M € anuales.
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En Grecia: podría pagar solo 100.000 € sobre sus rentas extranjeras, aunque las rentas griegas tributen normalmente.
La diferencia es enorme. Hablamos de más de 14,9 millones ahorrados anualmente en impuestos si logra encajar su estructura en el régimen non-dom griego.
No es solo el dinero
Aunque el factor fiscal es clave, el traslado también responde a otras consideraciones. Djokovic mantiene lazos personales con Grecia desde hace años. Además, la estabilidad política y la simpatía del gobierno heleno hacia la inversión extranjera parecen seducirle, en contraste con la creciente complejidad fiscal y regulatoria de España.
Por ahora, Djokovic no ha anunciado la venta de su mansión en Marbella, lo que sugiere que su vínculo con España no terminará roto pero, a efectos fiscales y de residencia, su traslado a Grecia parece asegurado, como también apuntan informaciones de la prensa helena que apuntan incluso a una reunión entre el jugador de tenis y el primer ministro heleno, Kyriakos Mitsotakis.