A comienzos de esta semana recibimos una noticia razonablemente positiva: diez gobiernos autonómicos consiguieron sendos superávits presupuestarios entre julio y septiembre. Baleares lideró esta tendencia (+1,14%), seguida de Navarra (+0,83%), Extremadura (+0,61%) y País Vasco (+0,48%). También cerraron el trimestre sin números rojos Andalucía (+0,38%), la Comunidad de Madrid (+0,23%), Cantabria (+0,21%), Canarias (+0,20%), Galicia (+0,1%) y La Rioja (+0,08%).
Seis meses después de las elecciones, se confirma que las tres autonomías con mejor salud presupuestaria son el País Vasco, Navarra y la Comunidad de Madrid. La región gobernada con Patxi López consigue un superávit presupuestario del 0,6% del PIB, mientras que los Ejecutivos autonómicos presididos por Yolanda Barcina y Esperanza Aguirre han limitado el déficit al -0,06% y el -0,47% del PIB, respectivamente.
Ante estos números, la Fundación BBVA no ha dudado en afirmar que serán necesarias nuevas medidas de ajuste. Extremadura es el mejor ejemplo: los resultados trimestrales que ha firmado el gobierno de José Antonio Monago son relativamente positivos, pero el déficit sigue siendo elevado (-1,98%) y el gasto público alcanza niveles desorbitados…
Otro caso similar lo tenemos en Castilla-La Mancha, donde las cuentas trimestrales no han tenido buenos resultados y el déficit es del -4,84%, lo que supone un aumento de 0,68 puntos. Esta situación evidencia que el plan de ajuste aplicado por el gobierno de María Dolores de Cospedal está lejos de ser suficiente.
Así las cosas, es evidente que, según indican los resultados del último trimestre, el gobierno autonómico que mejores resultados está teniendo a la hora de poner sus cuentas en orden es el Ejecutivo de las Islas Baleares, con José Ramón Bauzá a la cabeza del mismo. Del mismo modo, un vistazo al Índice de Libertad Económica de las Comunidades Autónomas confirma que la Comunidad de Madrid, Navarra y La Rioja tienen los gobiernos regionales menos intervencionistas del mapa territorial español.
Eso sí: este pequeño camino de consolidación presupuestaria que están siguiendo algunas comunidades podría verse interrumpido si el gobierno de Mariano Rajoy relaja los plazos para la devolución de la deuda autonómica. Una decisión así podría relajar la disciplina presupuestaria de forma preocupante.