Hace unos días, el presidente autonómico madrileño, Ruiz Gallardón, merecía atenciones muy suculentas por su anuncio de querer privatizar Telemadrid mediante la fórmula de la subasta pública y al mejor postor. Parece que provocaba más que atenciones periodísticas y determinadas ambiciones empresariales. También excitaba la animadversión del “número uno”, el poder de Aznar, que tardó unos pocos días, y empleó para ello al portavoz Cabanillas, para decirle a su correligionario que piense en otras tareas pendientes, porque ésa de la tele “no toca”.
Desde luego, una cosa vuelve a quedar de manifiesto: que el diálogo de Aznar y Gallardón no es precisamente ni fluido ni modélico. Prefieren hablar a través de los periódicos... Y algo parecido sucede entre las carteras económicas del Gabinete: ya contamos que el catedrático Raga había sido el nombre propuesto por Montoro para ocupar la presidencia del Tribunal de Defensa de la Competencia, en sustitución de Amadeo Petitbó. Era el candidato de Montoro, pero provocó las iras de Rato, que se veía puenteado o ninguneado por el titular de Hacienda. Finalmente, ha prevalecido el candidato de Rato, Gonzalo Solana, para más datos, colaborador del muy fiel (de Rato) Fernández Norniella.
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Biblia Ilustrada
- Libro
- Curso