El secretario de Estado ha participado en el Consejo de Ministros de Telecomunicaciones de la Unión Europea, quien ha discutido el futuro marco regulador del sector en los Quince. El debate abarcó la situación de la telefonía móvil de tercera generación (UMTS), que permite el acceso a Internet desde los teléfonos móviles.
El secretario de Estado ha precisado, sin embargo, que "aún no debemos prejuzgar" si se puede cumplir el calendario previsto de prestación de los servicios UMTS. Tomé ha dicho que las empresas del sector participan en un debate planteado por la administración para conocer las necesidades y los problemas que aquejan a esas compañías, afectadas por un elevado endeudamiento.
Tomé también ha explicado que al pago de la tasa por el uso del espectro radioeléctrico, al que están obligadas las operadoras que tienen licencia UMTS, sólo podría aplicársele un "aplazamiento o fraccionamiento", que en su caso decidiera la Agencia Tributaria, "conforme al reglamento general de recaudación". "No está previsto ningún retraso porque es un impuesto establecido por el Parlamento y los operadores de telecomunicaciones, como cualquier otro sujeto pasivo tiene la obligación de atender sus obligaciones tributarias", ha puntualizado el secretario de Estado.
Bruselas advirtió el mes pasado 20 que el sector corre el riesgo de una "excesiva fragmentación" por los diferentes procedimientos empleados para conceder las licencias de operación.

"POR CIRCUNSTANCIAS TECNOLÓGICAS"
El Gobierno empieza a plantearse el retraso del servicio UMTS en España
El comienzo del servicio de telefonía móvil de tercera generación en España podría retrasarse por "circunstancias tecnológicas", ha afirmado en Luxemburgo el secretario de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, Baudilio Tomé. "Habrá que interiorizar" la posibilidad de que esas circunstancias impidan a las operadoras prestar ese servicio desde el 1 de agosto, como está previsto, ha indicado Tomé.
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