Libertad Digital.- Las incertidumbres normativas del sector y los malos resultados económicos y de captación de clientes de algunas de sus cinco filiales cableras en el primer trimestre de este año, han impulsado la elaboración de un documento interno, al que ha tenido acceso ese periódico. En él se propone un “plan de optimización organizativa” para llevar a cabo una gestión más rigurosa de contención de gastos y control de rentabilidad.
Así, este documento, que ha sido analizado pero aún no aprobado por la comisión ejecutiva de Auna, propone la integración de Madritel, Menta (Cataluña), Supercable (Andalucía), Able (Aragón) y Canarias Telecom en una única sociedad que cuelgue del holding. Esta compañía, que se denominará AunaCable, “será una sociedad filial de Auna al 100%, constituida mediante la aportación no dineraria de las participaciones de Auna en las sociedades del cable” y con un director general como máximo responsable.
La nueva sociedad deberá aumentar la eficiencia de sus filiales y “no permitirá nuevas desviaciones en su presupuesto que puedan poner en peligro las previsiones de entrada en rentabilidad del grupo Auna”, señalan fuentes del accionariado del grupo.
El documento, al que ha tenido acceso "El Mundo", es muy autocrítico con la situación de los cableros, ya que reconoce que el competidor ONO, que cuenta con menos demarcaciones, contaba a finales de 2000 con 180.000 clientes, frente a los 111.000 de los operadores de Auna. Su penetración en los hogares es del 24%, frente al 14% de Auna.
Este análisis exhaustivo de la marcha de las cinco compañías ha llegado a la comisión ejecutiva de Auna, que en su última reunión decidió congelar temporalmente los planes de inversión de la filial catalana, Menta, ante los malos resultados obtenidos.
Precisamente el último consejo de Menta, en el tercer punto del orden del día, constataba: “Hemos confirmado la tendencia de meses previos de que los ingresos totales están muy por debajo de lo previsto. Los ingresos acumulados a marzo han sido de 498 millones de pesetas, frente a los 735 millones previstos, un 32% menos. Esto se ha debido a la ralentización de todos los negocios, excepto Internet”.
El documento constata, asimismo, que los ingresos por abonado han estado un 21% por debajo de lo previsto, y que los contratos anulados han aumentado un 131%. La compañía catalana, que acumula unas inversiones de 50.000 millones al cierre de 2000, ha cerrado el primer trimestre con 25.578 clientes activos.
Así, este documento, que ha sido analizado pero aún no aprobado por la comisión ejecutiva de Auna, propone la integración de Madritel, Menta (Cataluña), Supercable (Andalucía), Able (Aragón) y Canarias Telecom en una única sociedad que cuelgue del holding. Esta compañía, que se denominará AunaCable, “será una sociedad filial de Auna al 100%, constituida mediante la aportación no dineraria de las participaciones de Auna en las sociedades del cable” y con un director general como máximo responsable.
La nueva sociedad deberá aumentar la eficiencia de sus filiales y “no permitirá nuevas desviaciones en su presupuesto que puedan poner en peligro las previsiones de entrada en rentabilidad del grupo Auna”, señalan fuentes del accionariado del grupo.
El documento, al que ha tenido acceso "El Mundo", es muy autocrítico con la situación de los cableros, ya que reconoce que el competidor ONO, que cuenta con menos demarcaciones, contaba a finales de 2000 con 180.000 clientes, frente a los 111.000 de los operadores de Auna. Su penetración en los hogares es del 24%, frente al 14% de Auna.
Este análisis exhaustivo de la marcha de las cinco compañías ha llegado a la comisión ejecutiva de Auna, que en su última reunión decidió congelar temporalmente los planes de inversión de la filial catalana, Menta, ante los malos resultados obtenidos.
Precisamente el último consejo de Menta, en el tercer punto del orden del día, constataba: “Hemos confirmado la tendencia de meses previos de que los ingresos totales están muy por debajo de lo previsto. Los ingresos acumulados a marzo han sido de 498 millones de pesetas, frente a los 735 millones previstos, un 32% menos. Esto se ha debido a la ralentización de todos los negocios, excepto Internet”.
El documento constata, asimismo, que los ingresos por abonado han estado un 21% por debajo de lo previsto, y que los contratos anulados han aumentado un 131%. La compañía catalana, que acumula unas inversiones de 50.000 millones al cierre de 2000, ha cerrado el primer trimestre con 25.578 clientes activos.