L. D. / EFE.- Según ha confirmado la Organización Nacional de Ciegos (ONCE), su consejo general desconocía que la Fundación ONCE invertía su patrimonio en Gescartera y que poseía un 10 por ciento de su capital, pese a que su director general, José Manuel Pichel, era consejero de la agencia de valores. Al conocer estas irregularidades, el presidente del consejo de la ONCE, José María Arroyo, pidió a Pichel y a De Lorenzo que renunciaran a los cargos que ocupan, dimisión que se concretará el próximo lunes.
Fuentes de la ONCE han asegurado que el presidente del consejo de la ONCE, José María Arroyo, pidió a ambos que presentaran su renuncia al cargo tras conocer estas irregularidades. Pichel y de Lorenzo aceptaron de inmediato presentar su dimisión, aunque éstas no serán aceptadas hasta que el próximo lunes se reúna el consejo general de la ONCE y escuche los resultados definitivos de la investigación interna realizada en el seno de la Fundación a raíz de que saltara a la luz el escándalo Gescartera.
Esta fundación llegó a tener invertidos 700 millones de pesetas como cliente de Gescartera, de los que recuperó 160 millones meses antes de que esta agencia fuera intervenida. Además, la institución recibió un donativo de 10 millones de pesetas por parte de esta agencia de valores que le permitió asumir gratis el 10 por ciento del capital de la entidad.
La presencia de la ONCE en el capital de Gescartera fue una de las razones principales que llevaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a autorizar su constitución como agencia de valores. De hecho, la toma de una participación en Gescartera dio derecho a la Fundación ONCE a tener un representante en el consejo de administración de la entidad, cargo que ocupó José Manuel Pichel.
La Organización Nacional de Ciegos es uno de los principales perjudicados por la desaparición de unos 18.000 millones de pesetas de la agencia de valores, puesto que tenía invertidos 540 millones que no puede recuperar por el momento. Por esta razón, está personada como acusación en la causa que se sigue actualmente en la Audiencia Nacional para investigar si esta agencia de valores o sus dirigentes llevaron a cabo alguna actuación delictiva.
Pese formar parte de las acusaciones, si los tribunales ven alguna responsabilidad punible en la agencia de valores, la Fundación ONCE podría ser declarada responsable civil subsidiaria por los perjuicios causados a los clientes ya que forma parte del accionariado. Esto le llevaría a indemnizar a los inversores que han perdido sus ahorros en Gescartera.
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Fuentes de la ONCE han asegurado que el presidente del consejo de la ONCE, José María Arroyo, pidió a ambos que presentaran su renuncia al cargo tras conocer estas irregularidades. Pichel y de Lorenzo aceptaron de inmediato presentar su dimisión, aunque éstas no serán aceptadas hasta que el próximo lunes se reúna el consejo general de la ONCE y escuche los resultados definitivos de la investigación interna realizada en el seno de la Fundación a raíz de que saltara a la luz el escándalo Gescartera.
Esta fundación llegó a tener invertidos 700 millones de pesetas como cliente de Gescartera, de los que recuperó 160 millones meses antes de que esta agencia fuera intervenida. Además, la institución recibió un donativo de 10 millones de pesetas por parte de esta agencia de valores que le permitió asumir gratis el 10 por ciento del capital de la entidad.
La presencia de la ONCE en el capital de Gescartera fue una de las razones principales que llevaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a autorizar su constitución como agencia de valores. De hecho, la toma de una participación en Gescartera dio derecho a la Fundación ONCE a tener un representante en el consejo de administración de la entidad, cargo que ocupó José Manuel Pichel.
La Organización Nacional de Ciegos es uno de los principales perjudicados por la desaparición de unos 18.000 millones de pesetas de la agencia de valores, puesto que tenía invertidos 540 millones que no puede recuperar por el momento. Por esta razón, está personada como acusación en la causa que se sigue actualmente en la Audiencia Nacional para investigar si esta agencia de valores o sus dirigentes llevaron a cabo alguna actuación delictiva.
Pese formar parte de las acusaciones, si los tribunales ven alguna responsabilidad punible en la agencia de valores, la Fundación ONCE podría ser declarada responsable civil subsidiaria por los perjuicios causados a los clientes ya que forma parte del accionariado. Esto le llevaría a indemnizar a los inversores que han perdido sus ahorros en Gescartera.
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