L. D. / EP.- España es el país de la Unión Europea con el salario mínimo interprofesional más bajo, según un estudio de la consultora de William M. Mercer, que indica que los empresarios españoles están autorizados a pagar 299,4 pesetas (1,80 euros) por hora trabajada, casi 4 euros menos que en la Unión Europea, donde la media es de 940 pesetas (5,65 euros). El salario mínimo español es sólo 100 pesetas (60 céntimos de euros) superior al de Polonia y la República Checa.
Luxemburgo se sitúa muy por encima de la media europea, con 1.608 pesetas (9,67 euros) por hora de trabajo, y Holanda con 1.222 pesetas (7,35 euros). También con salarios superiores a la media de la Unión Europea se encuentran Bélgica, con 1.139 pesetas (6,85 euros), Francia, con 1.109 pesetas (6,67 euros) y el Reino Unido, con 1.093 pesetas (6,57 euros). En Irlanda, la retribución mínima por hora trabajada es de 1.069 pesetas (6,43 euros) y en Italia es de 1.066 pesetas (6,41 euros).
Por el contrario, Grecia, Portugal y España figuran a la cola de esta clasificación con 440, 347 y 299 pesetas (2,65, 2,09 y 1,80 euros), respectivamente, "en niveles más cercanos a los países del Este que al resto de socios comunitarios", según el estudio. A este respecto, los salarios mínimos más altos del Este de Europa se pagan en Polonia y Hungría, con 202 y 201 pesetas (1,22 y 1,21 euros) por hora trabajada, respectivamente. En esta zona, Rumanía, Bulgaria, Eslovenia, Ucrania y, especialmente, Rusia, son los países en los que el salario mínimo es inferior al medio euro.
El salario mínimo interprofesional de la Unión Europea es ligeramente inferior al que presentan otros países desarrollados de primer orden, como Australia, Estados Unidos y Japón, donde el sueldo más bajo que la ley autoriza a pagar por hora de trabajo es de 1.016, 945 y 926 pesetas (6,11, 5,68 y 5,57 euros), respectivamente.
En cuanto a las jornadas laborales, la mayoría de los países comunitarios han adoptado por ley las 40 horas semanales de trabajo. Las únicas excepciones son Reino Unido, Dinamarca e Irlanda, que se han acogido al máximo de 48 horas autorizado por la Directiva comunitaria sobre Tiempo de Trabajo, y Francia, que el año pasado introdujo la semana laboral de 35 horas, la más reducida de toda la Unión Europea.
Luxemburgo se sitúa muy por encima de la media europea, con 1.608 pesetas (9,67 euros) por hora de trabajo, y Holanda con 1.222 pesetas (7,35 euros). También con salarios superiores a la media de la Unión Europea se encuentran Bélgica, con 1.139 pesetas (6,85 euros), Francia, con 1.109 pesetas (6,67 euros) y el Reino Unido, con 1.093 pesetas (6,57 euros). En Irlanda, la retribución mínima por hora trabajada es de 1.069 pesetas (6,43 euros) y en Italia es de 1.066 pesetas (6,41 euros).
Por el contrario, Grecia, Portugal y España figuran a la cola de esta clasificación con 440, 347 y 299 pesetas (2,65, 2,09 y 1,80 euros), respectivamente, "en niveles más cercanos a los países del Este que al resto de socios comunitarios", según el estudio. A este respecto, los salarios mínimos más altos del Este de Europa se pagan en Polonia y Hungría, con 202 y 201 pesetas (1,22 y 1,21 euros) por hora trabajada, respectivamente. En esta zona, Rumanía, Bulgaria, Eslovenia, Ucrania y, especialmente, Rusia, son los países en los que el salario mínimo es inferior al medio euro.
El salario mínimo interprofesional de la Unión Europea es ligeramente inferior al que presentan otros países desarrollados de primer orden, como Australia, Estados Unidos y Japón, donde el sueldo más bajo que la ley autoriza a pagar por hora de trabajo es de 1.016, 945 y 926 pesetas (6,11, 5,68 y 5,57 euros), respectivamente.
En cuanto a las jornadas laborales, la mayoría de los países comunitarios han adoptado por ley las 40 horas semanales de trabajo. Las únicas excepciones son Reino Unido, Dinamarca e Irlanda, que se han acogido al máximo de 48 horas autorizado por la Directiva comunitaria sobre Tiempo de Trabajo, y Francia, que el año pasado introdujo la semana laboral de 35 horas, la más reducida de toda la Unión Europea.