L.D. / EFE.- En el "Libro Blanco" de la economía, el Ejecutivo de Tokio afirma que, en los próximos dos o tres años, el Producto Interior Bruto (PIB) de Japón rondará el uno por ciento, un porcentaje que podría duplicarse si tienen éxito las reformas estructurales prometidas por el primer ministro, Junichiro Koizumi.
Según el informe "Sin Reformas no habrá Ganancias", elaborado por la Oficina del Gabinete, Japón está abocado al colapso financiero si continúa con su nivel de gasto público y mantiene los niveles impositivos vigentes. Advierte además que, de persistir la parálisis política y sin que lleguen los cambios estructurales prometidos por Koizumi, el crecimiento podría llegar a estancarse en el uno por ciento durante los próximos diez años.
Uno de los elementos necesarios para evitar esta paralización es tratar de eliminar cuanto antes los créditos fallidos e irrecuperables que acumulan los principales bancos japoneses. El Gobierno instó también al Banco de Japón (BOJ) a adoptar más medidas contra la deflación, como la ampliación de las disponibilidades líquidas de la banca y el establecimiento de un objetivo inflacionista al que hacer tender los precios.
Hasta octubre pasado el índice de precios al consumo japonés (IPC) de los últimos doce meses era del -0,8 por ciento lo que sitúa la inflación acumulada en el año 2001 en el -0,6 por ciento.