L D (EFE) Andersen realizó las auditorias de la empresa comercializadora de energía sin revelar los problemas financieros que la llevaron a declarar la bancarrota, en diciembre pasado, en el mayor escándalo corporativo de EEUU. “Consideré que tenía que tomar esta medida para resaltar las voces de nuestra gente (en la empresa) y decir que somos serios y que tenemos una compañía seria que desea continuar en Estados Unidos”, ha declarado Berardino a la cadena de televisión CNN, al tiempo que ha adelantado que se mantendrá en el cargo de director ejecutivo de la empresa hasta que sea designado un sucesor.
De 51 años, Berardino fue elegido para el cargo en enero del año pasado, tras acceder en los puestos menos relevantes de la firma de auditoría en 1972. El anuncio de la dimisión ha seguido al llamamiento hecho la semana pasada por el ex presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, quien dijo que los principales cargos de Arthur Andersen debían renunciar para salvar la empresa, que atraviesa una grave crisis por la pérdida de clientes tras el escándalo de Enron. Volcker fue contratado en enero por Arthur Andersen para realizar un estudio y recomendar cambios que permitieran la supervivencia de la empresa.
Fuentes judiciales manifestaron que el principal objetivo de Volcker, al promover una reestructuración total al más alto nivel de Arthur Andersen, es conseguir que se retire la demanda contra la empresa que presentó el Departamento de Justicia de EEUU bajo los cargos de obstrucción a la justicia por la destrucción de documentos vinculados a Enron.
La bancarrota de Enron dejó en la ruina a miles de sus empleados que habían invertido todos sus ahorros y fondos de jubilación en acciones de la empresa. El escándalo aumentó tras revelarse que esos empleados tenían prohibido vender sus acciones en el mercado bursátil, medida que no era aplicable a los más altos ejecutivos de Enron, muchos de los cuales se enriquecieron con la venta de títulos y otras prácticas dudosas.
De 51 años, Berardino fue elegido para el cargo en enero del año pasado, tras acceder en los puestos menos relevantes de la firma de auditoría en 1972. El anuncio de la dimisión ha seguido al llamamiento hecho la semana pasada por el ex presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, quien dijo que los principales cargos de Arthur Andersen debían renunciar para salvar la empresa, que atraviesa una grave crisis por la pérdida de clientes tras el escándalo de Enron. Volcker fue contratado en enero por Arthur Andersen para realizar un estudio y recomendar cambios que permitieran la supervivencia de la empresa.
Fuentes judiciales manifestaron que el principal objetivo de Volcker, al promover una reestructuración total al más alto nivel de Arthur Andersen, es conseguir que se retire la demanda contra la empresa que presentó el Departamento de Justicia de EEUU bajo los cargos de obstrucción a la justicia por la destrucción de documentos vinculados a Enron.
La bancarrota de Enron dejó en la ruina a miles de sus empleados que habían invertido todos sus ahorros y fondos de jubilación en acciones de la empresa. El escándalo aumentó tras revelarse que esos empleados tenían prohibido vender sus acciones en el mercado bursátil, medida que no era aplicable a los más altos ejecutivos de Enron, muchos de los cuales se enriquecieron con la venta de títulos y otras prácticas dudosas.