Libertad Digital Esta teoría, como todas las de economía-ficción tiene todavía muchos cabos que atar: el visto bueno de la Comisión Europea, la ambición de Polanco y, sobre todo, las enormes cantidades que se manejan en sector de los medios de comunicación. Así, el presidente de Admira, Luis Abril, ya desmintió que se hubieran producido conversaciones "de alto nivel" entre los máximos responsables de Vía Digital y Canal Satélite Digital, un día después de que se publicara que la filial de Telefónica estaba dispuesta a comprar a Polanco su participación en Canal Plus y Canal Satélite Digital. La operación, por la que el presidente del Grupo Prisa se desprendería del 21 por ciento que tiene en Sogecable, podría superar los 500 millones de euros, según informó El Confidencial.com . No obstante, a las enormes dificultades que encuentra la fusión entre CSD y Vía Digital se añade el más que probable veto del comisario de la Competencia Mario Monti.
Por supuesto, Polanco no iba a renunciar a la joya de su imperio sólo a cambio de dinero. En caso de llevar a cabo la operación con Admira, el objetivo de Prisa sería hacerse con el control de la cadena de televisión en abierto Telecinco. Aquí es donde entra en escena el magnate Leo Kirch. La próxima semana vence el préstamo por valor de 460 millones de euros que el Dresdner Bank dio al gigante de medios alemán. El Dresdner no está interesado en prolongar el crédito por más tiempo, después de haberlo hecho ya en dos ocasiones a finales de diciembre del año pasado y a mediados de enero. Así, la única forma que tiene Kirch de hacer frente al pago es vender el 25 por ciento que tiene en Telecinco y que valora en cerca de 500 millones de euros. Polanco ya habría tenido una reunión con Emilio Ybarra (consejero del Grupo Correo, que tiene un 25 por ciento de Telecinco) para tratar esta posibilidad.
El círculo de esta complicada operación lo cierra otro gigante teutón, Bertelsmann, a través de su filial audiovisual RTL. Una vez más, quién sabe si la definitiva, la multinacional presidida por Thomas Middelhoff intentará su desembarco en el sector audiovisual español. Telefónica necesitará capital con el que afrontar el pago a Polanco y es posible que lo consiga vendiendo el 47,21 por ciento que tiene en Antena 3 TV. Si RTL resulta el candidato escogido para la venta, mucho tendrá que ver la figura de su presidente no ejecutivo Juan Abelló. Conocidas son las excelentes relaciones que mantiene Abelló con Moncloa y eso siempre facilita las cosas. No obstante, surge un nuevo obstáculo. RTL posee actualmente el 16,23 por ciento de Antena 3 TV, con lo que tras esta operación su participación superaría con mucho el límite marcado por la ley. Curiosamente, hace exactamente un mes, la ministra del ramo, Anna Birulés, adelantó que era necesario "relajar" las restricciones de participaciones en el accionariado de las cadenas privadas. Ya se sabe que en la economía-ficción las piezas siempre encajan.
Por supuesto, Polanco no iba a renunciar a la joya de su imperio sólo a cambio de dinero. En caso de llevar a cabo la operación con Admira, el objetivo de Prisa sería hacerse con el control de la cadena de televisión en abierto Telecinco. Aquí es donde entra en escena el magnate Leo Kirch. La próxima semana vence el préstamo por valor de 460 millones de euros que el Dresdner Bank dio al gigante de medios alemán. El Dresdner no está interesado en prolongar el crédito por más tiempo, después de haberlo hecho ya en dos ocasiones a finales de diciembre del año pasado y a mediados de enero. Así, la única forma que tiene Kirch de hacer frente al pago es vender el 25 por ciento que tiene en Telecinco y que valora en cerca de 500 millones de euros. Polanco ya habría tenido una reunión con Emilio Ybarra (consejero del Grupo Correo, que tiene un 25 por ciento de Telecinco) para tratar esta posibilidad.
El círculo de esta complicada operación lo cierra otro gigante teutón, Bertelsmann, a través de su filial audiovisual RTL. Una vez más, quién sabe si la definitiva, la multinacional presidida por Thomas Middelhoff intentará su desembarco en el sector audiovisual español. Telefónica necesitará capital con el que afrontar el pago a Polanco y es posible que lo consiga vendiendo el 47,21 por ciento que tiene en Antena 3 TV. Si RTL resulta el candidato escogido para la venta, mucho tendrá que ver la figura de su presidente no ejecutivo Juan Abelló. Conocidas son las excelentes relaciones que mantiene Abelló con Moncloa y eso siempre facilita las cosas. No obstante, surge un nuevo obstáculo. RTL posee actualmente el 16,23 por ciento de Antena 3 TV, con lo que tras esta operación su participación superaría con mucho el límite marcado por la ley. Curiosamente, hace exactamente un mes, la ministra del ramo, Anna Birulés, adelantó que era necesario "relajar" las restricciones de participaciones en el accionariado de las cadenas privadas. Ya se sabe que en la economía-ficción las piezas siempre encajan.