Libertad Digital.- Hasta ahora, el ex presidente del BBVA, Emilio Ybarra, había encargado todos sus temas legales al abogado Mario Fernández, que fue vicelehendakari con el PNV en la primera legislatura. Sin embargo, quizá por evitar cualquier tipo de relación entre el banquero y el Partido Nacionalista Vasco, Fernández cesó el lunes como defensor de Ybarra y su sustituto será Horacio Oliva, abogado del entorno del Partido Socialista.
El abogado es amigo íntimo de Baltasar Garzón y, precisamente un día después de que Oliva tome las riendas de la defensa de Ybarra, el magistrado decide asumir la investigación del caso de las cuentas secretas del BBV y ordena al Banco de España cerrar el expediente que había abierto en relación a este asunto. La consecuencia más inmediata de la apertura de la vía penal –impulsada desde el felipismo judicial– es la paralización de todos los procesos civiles y administrativos en marcha.
Además de amigo de Garzón, Oliva mantiene una estrecha relación con el magistrado argentino Enrique Bacigalupo y con su colega Matías Cortes. Precisamente Cortés y Oliva fueron los encargados de defender a Jesús de Polanco y a Juan Luis Cebrián en el caso Sogecable, que terminó con la inhabilitación del juez Javier Gómez de Liaño. Entre los múltiples clientes que ha tenido Oliva destacan el amigo de Felipe González, Enrique Saralosa (caso Metro de Medellín), José María Benegas y Fernando Garro (Argentia Trust) o el juez Miguel Moreiras (tras ser apartado del caso Argentia Trust por sus declaraciones en el diario ABC).
Asimismo, Oliva también se ha encargado de llevar los asuntos judiciales nada menos que del ex secretario de organización del PSC-PSOE, Carlos Navarro (caso Filesa), Rafael Montes (en el caso abierto por la venta del solar de las torres KIO) y el primer ministro italiano Silvio Berlusconi (investigado por Garzón por la gestión de Telecinco). Horacio Oliva es catedrático de Derecho Penal en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. Comparte cátedra con, entre otros, Manuel Cobo del Rosal, abogado de Rafael Vera, por ejemplo.
El abogado es amigo íntimo de Baltasar Garzón y, precisamente un día después de que Oliva tome las riendas de la defensa de Ybarra, el magistrado decide asumir la investigación del caso de las cuentas secretas del BBV y ordena al Banco de España cerrar el expediente que había abierto en relación a este asunto. La consecuencia más inmediata de la apertura de la vía penal –impulsada desde el felipismo judicial– es la paralización de todos los procesos civiles y administrativos en marcha.
Además de amigo de Garzón, Oliva mantiene una estrecha relación con el magistrado argentino Enrique Bacigalupo y con su colega Matías Cortes. Precisamente Cortés y Oliva fueron los encargados de defender a Jesús de Polanco y a Juan Luis Cebrián en el caso Sogecable, que terminó con la inhabilitación del juez Javier Gómez de Liaño. Entre los múltiples clientes que ha tenido Oliva destacan el amigo de Felipe González, Enrique Saralosa (caso Metro de Medellín), José María Benegas y Fernando Garro (Argentia Trust) o el juez Miguel Moreiras (tras ser apartado del caso Argentia Trust por sus declaraciones en el diario ABC).
Asimismo, Oliva también se ha encargado de llevar los asuntos judiciales nada menos que del ex secretario de organización del PSC-PSOE, Carlos Navarro (caso Filesa), Rafael Montes (en el caso abierto por la venta del solar de las torres KIO) y el primer ministro italiano Silvio Berlusconi (investigado por Garzón por la gestión de Telecinco). Horacio Oliva es catedrático de Derecho Penal en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. Comparte cátedra con, entre otros, Manuel Cobo del Rosal, abogado de Rafael Vera, por ejemplo.