LD (EFE) La negativa a dimitir de los cuatro consejeros del BBVA implicados en los fondos de pensiones secretos no impedirá al presidente de la entidad, Francisco González, avanzar en la renovación de este órgano con el nombramiento de nuevos consejeros independientes.
En el caso de que la negativa a dimitir se mantenga en las próximas semanas, González podría anunciar en el próximo consejo ordinario del banco, que se celebrará a finales de mes, el fichaje de los tres o cuatro nuevos consejeros independientes. No obstante, no se descarta que los cuatro representantes del antiguo BBV que se beneficiaron de los fondos de pensiones secretos, como son Juan Entrecanales, Luis María Ybarra, Ramón Icaza y Javier Aresti, dimitan antes o aprovechen el consejo ordinario para hacerlo.
En una carta enviada al presidente del BBVA, Francisco González , Alfonso Cortina afirma que "en la actual situación, el Banco y los órganos de administración van a requerir una atención extraordinaria y pienso que el mejor servicio que puedo prestar a la entidad que presides es el de concentrarme en mi dedicación a Repsol YPF". Por su parte, Oscar Fanjul señaló que la constitución de los fondos secretos "se me presentó, sin ningún matiz o componente de ocultación, por el copresidente Ybarra, a la sazón copresidente de la Comisión de Retribuciones, como algo decidido en el contexto del proceso de fusión y motivado por los ajustes en el régimen de remuneración del consejo que iban a producirse y que iban a suponer una reducción de las remuneraciones de los consejeros procedentes del BBV, y un incremento para los de Argentaria".
Los seis consejeros sobre los que se especulaba su dimisión aparecían como beneficiarios del fondo de pensiones que el BBVA constituyó de forma secreta en marzo de 2000 para directivos vinculados al antiguo BBV, cinco meses después de la fusión con Argentaria, por un importe de 19,3 millones de dólares -21,9 millones de euros-. El importe de este fondo que en total beneficiaba a 22 altos cargos vinculados al antiguo BBV y que excluía a los de Argentaria se reintegró en las arcas del Banco en febrero de 2001, si bien no se pudo evitar que la existencia de este fondo fuera considerada cono una irregularidad por parte del Banco de España.
En el caso de que la negativa a dimitir se mantenga en las próximas semanas, González podría anunciar en el próximo consejo ordinario del banco, que se celebrará a finales de mes, el fichaje de los tres o cuatro nuevos consejeros independientes. No obstante, no se descarta que los cuatro representantes del antiguo BBV que se beneficiaron de los fondos de pensiones secretos, como son Juan Entrecanales, Luis María Ybarra, Ramón Icaza y Javier Aresti, dimitan antes o aprovechen el consejo ordinario para hacerlo.
En una carta enviada al presidente del BBVA, Francisco González , Alfonso Cortina afirma que "en la actual situación, el Banco y los órganos de administración van a requerir una atención extraordinaria y pienso que el mejor servicio que puedo prestar a la entidad que presides es el de concentrarme en mi dedicación a Repsol YPF". Por su parte, Oscar Fanjul señaló que la constitución de los fondos secretos "se me presentó, sin ningún matiz o componente de ocultación, por el copresidente Ybarra, a la sazón copresidente de la Comisión de Retribuciones, como algo decidido en el contexto del proceso de fusión y motivado por los ajustes en el régimen de remuneración del consejo que iban a producirse y que iban a suponer una reducción de las remuneraciones de los consejeros procedentes del BBV, y un incremento para los de Argentaria".
Los seis consejeros sobre los que se especulaba su dimisión aparecían como beneficiarios del fondo de pensiones que el BBVA constituyó de forma secreta en marzo de 2000 para directivos vinculados al antiguo BBV, cinco meses después de la fusión con Argentaria, por un importe de 19,3 millones de dólares -21,9 millones de euros-. El importe de este fondo que en total beneficiaba a 22 altos cargos vinculados al antiguo BBV y que excluía a los de Argentaria se reintegró en las arcas del Banco en febrero de 2001, si bien no se pudo evitar que la existencia de este fondo fuera considerada cono una irregularidad por parte del Banco de España.