L D (EFE) Así se recoge en el informe de la comisión de expertos nombrada por el PSOE para elaborar una propuesta de reforma del IRPF, que fue presentado por el secretario socialista de Política Económica, Jordi Sevilla, y varios de los responsables del estudio. El informe incluye tres modelos impositivos -a título de ejemplo y no como propuesta, según precisan los expertos-, dos de los cuales son de tipo fijo y otro de tres tramos, que cumplen el requisito básico de garantizar la suficiencia recaudatoria y no perder progresividad. En los tres modelos las contribuciones de los trabajadores a la Seguridad Social son desgravables de la cuota del impuesto y se fija un mínimo familiar y personal también deducible de la cuota -225.000 pesetas por hogar y 75.000 por persona-.
El modelo de varios tramos comienza en el 26,55 por ciento, para rentas de hasta 3,75 millones de pesetas, un segundo tipo del treinta por ciento, hasta 5,75 millones, y un tercero del 41 por ciento a partir de esa cantidad. Según la simulación incluida en el estudio -elaborada con los datos disponibles, señalan sus responsables-, la recaudación con las tres posibilidades se reduce un máximo del cinco por ciento en relación con el actual IRPF y en todos los casos aumenta la progresividad. Además, los expertos aseguran que cualquiera de los tres modelos sugeridos supone un incremento porcentual de la renta disponible de los contribuyentes de menor renta.
Sevilla recordó el compromiso adquirido por su partido de ofrecer una alternativa a la política fiscal del Gobierno, centrada en mejorar la tributación de las rentas del trabajo, aunque suponga que otro tipo de rentas "tengan que pagar algo más". Juan Antonio Gimeno, catedrático de Economía Aplicada de la UNED, aludió a la necesidad de simplificar el IRPF, ya que, cuanto más complicado es el impuesto más costoso es, tanto para los ciudadanos como para la Administración, cumplir las obligaciones tributarias. Gimeno abogó por elevar la neutralidad del impuesto, ya que cada excepción fiscal -en forma de deducciones- supone que el sistema es menos equitativo, y reiteró que las ayudas a determinados colectivos deben llevarse a cabo con la política de gasto. El inspector de Hacienda, Juan Antonio Garde, insistió en que la fijación de un tipo fijo no significa que todos los contribuyentes paguen ese tipo, ya que se complementa con otro adicional y con los mínimos personal y familiar.
El modelo de varios tramos comienza en el 26,55 por ciento, para rentas de hasta 3,75 millones de pesetas, un segundo tipo del treinta por ciento, hasta 5,75 millones, y un tercero del 41 por ciento a partir de esa cantidad. Según la simulación incluida en el estudio -elaborada con los datos disponibles, señalan sus responsables-, la recaudación con las tres posibilidades se reduce un máximo del cinco por ciento en relación con el actual IRPF y en todos los casos aumenta la progresividad. Además, los expertos aseguran que cualquiera de los tres modelos sugeridos supone un incremento porcentual de la renta disponible de los contribuyentes de menor renta.
Sevilla recordó el compromiso adquirido por su partido de ofrecer una alternativa a la política fiscal del Gobierno, centrada en mejorar la tributación de las rentas del trabajo, aunque suponga que otro tipo de rentas "tengan que pagar algo más". Juan Antonio Gimeno, catedrático de Economía Aplicada de la UNED, aludió a la necesidad de simplificar el IRPF, ya que, cuanto más complicado es el impuesto más costoso es, tanto para los ciudadanos como para la Administración, cumplir las obligaciones tributarias. Gimeno abogó por elevar la neutralidad del impuesto, ya que cada excepción fiscal -en forma de deducciones- supone que el sistema es menos equitativo, y reiteró que las ayudas a determinados colectivos deben llevarse a cabo con la política de gasto. El inspector de Hacienda, Juan Antonio Garde, insistió en que la fijación de un tipo fijo no significa que todos los contribuyentes paguen ese tipo, ya que se complementa con otro adicional y con los mínimos personal y familiar.