L D (EFE) Las autoridades españolas sostienen que el análisis de la operación le corresponde al Estado español, ya que la fusión tiene consecuencias sobre el mercado geográfico de España. El artículo nueve del reglamento europeo de fusiones permite que un país pida a la Comisión que le remita un caso determinado. En ese supuesto, las autoridades nacionales disponen de tres meses, desde la fecha en que Bruselas reciba la notificación de fusión, para demostrar que la concentración amenaza con crear una posición dominante en el mercado de ese país y solicitar que se remita el caso, lo que debe ser decidido por la Comisión Europea.
Los grupos Prisa y Telefónica alcanzaron el 7 de mayo un acuerdo para integrar sus dos plataformas de televisión digital, que daría nacimiento a un nuevo grupo que contaría con más de 2,5 millones de abonados. Según las normas de la competencia comunitarias existen dos criterios aplicables para determinar cuándo un caso de fusión debe ser examinado por la Comisión Europea. El primero de ellos es que las compañías que quieren fusionarse tengan un volumen de negocios conjunto a nivel mundial de al menos 5.000 millones de euros y el segundo que al menos dos de las empresas involucradas realicen unas ventas en la UE que excedan los 250 millones de euros. El tercer criterio consiste en que las compañías involucradas realicen más de dos tercios de su volumen europeo de negocios en un sólo país, caso en el que la operación de fusión es estudiada por las autoridades nacionales.
En cuanto a los plazos y el procedimiento, una vez que las empresas notifican un proyecto de fusión, la Comisión dispone de un mes para dar el visto bueno o bien para decidir abrir una investigación en profundidad, si considera que puede entrañar obstáculos para la competencia.
En ese segundo supuesto, el Ejecutivo comunitario dispone de cuatro meses para llevar a cabo la investigación y dar un veredicto definitivo. El comisario Monti ya adelantó el pasado 24 de julio su consideración de que la fusión de las plataformas de televisión digital en España plantea "ciertas dudas bien conocidas". Monti precisó que "en primer lugar la operación parece que presenta ciertas dudas en cuanto a la competencia en este mercado", en referencia a los servicios de televisión de pago. Añadió que "dada la participación de Telefónica en esta nueva plataforma de televisión por satélite que surgiría de esta fusión hay posibles incidencias para el mercado de las comunicaciones, por ejemplo la oferta de servicios de Internet y de servicios de telecomunicaciones, especialmente a través de transmisiones de banda ancha".
Los grupos Prisa y Telefónica alcanzaron el 7 de mayo un acuerdo para integrar sus dos plataformas de televisión digital, que daría nacimiento a un nuevo grupo que contaría con más de 2,5 millones de abonados. Según las normas de la competencia comunitarias existen dos criterios aplicables para determinar cuándo un caso de fusión debe ser examinado por la Comisión Europea. El primero de ellos es que las compañías que quieren fusionarse tengan un volumen de negocios conjunto a nivel mundial de al menos 5.000 millones de euros y el segundo que al menos dos de las empresas involucradas realicen unas ventas en la UE que excedan los 250 millones de euros. El tercer criterio consiste en que las compañías involucradas realicen más de dos tercios de su volumen europeo de negocios en un sólo país, caso en el que la operación de fusión es estudiada por las autoridades nacionales.
En cuanto a los plazos y el procedimiento, una vez que las empresas notifican un proyecto de fusión, la Comisión dispone de un mes para dar el visto bueno o bien para decidir abrir una investigación en profundidad, si considera que puede entrañar obstáculos para la competencia.
En ese segundo supuesto, el Ejecutivo comunitario dispone de cuatro meses para llevar a cabo la investigación y dar un veredicto definitivo. El comisario Monti ya adelantó el pasado 24 de julio su consideración de que la fusión de las plataformas de televisión digital en España plantea "ciertas dudas bien conocidas". Monti precisó que "en primer lugar la operación parece que presenta ciertas dudas en cuanto a la competencia en este mercado", en referencia a los servicios de televisión de pago. Añadió que "dada la participación de Telefónica en esta nueva plataforma de televisión por satélite que surgiría de esta fusión hay posibles incidencias para el mercado de las comunicaciones, por ejemplo la oferta de servicios de Internet y de servicios de telecomunicaciones, especialmente a través de transmisiones de banda ancha".