(Libertad Digital) En julio de este año, los sindicatos y la empresa habían pactado un calendario laboral que incluía una parada de la producción a finales de octubre. En lugar de ser días laborables, se les llamaría días industriales. Para el año próximo, sin embargo, el acuerdo era ir incrementando los días laborables en Martorell, la única fábrica del consorcio alemán VolksWagen que produce el Ibiza. Este vehículo, pese a la caída de ventas en el resto de modelos de la marca –y del resto de fabricantes– tiene una altísima demanda. Con el actual sistema de trabajo y calendario laboral, la factoría de Martorell es capaz de hacer hasta 200.000 SEAT Ibiza al año, pero la producción no era suficiente. Así, después del acuerdo al que se llegó en julio, la empresa tuvo que rectificar y pidió a los sindicatos una reunión urgente para pactar un nuevo calendario laboral. La demanda de Ibizas se había multiplicado y necesitaban llegar a fabricar una media de 250.000 vehículos al año.
Como solución temporal, Volswagen pidió a los sindicatos que se incrementara en diez días el calendario laboral de este año, según informó el diario La Vanguardia el pasado día 24. El sindicato UGT fue el que se mostró más receptivo. Admitía trabajar cinco días más en la última semana de octubre, lo que supondría hacer unos 5.000 Ibizas más. “Sería gravísimo que Martorell perdiera la exclusiva de producción del Ibiza”, según dijo Manuel Gallardo, responsable de la federación del metal de UGT, en declaraciones a La Vanguardia . Sin embargo, los otros dos sindicatos eran mucho más reticentes. Comisiones Obreras se opuso a la medida y, como alternativa, dijo a la empresa que pidiera voluntarios. El sindicato CGT prefería promover un referéndum entre los trabajadores. Ante el plante sindical, la empresa dirigió una nota a la plantilla explicando que se había encargado un estudio para ver si era viable construir el Ibiza en Bratislava (Eslovaquia). Al mismo tiempo, se pidieron voluntarios, pero parece que el número no era suficiente, según fuentes sindicales.
Finalmente, el presidente de SEAT, Andreas Schleef, ha anunciado este jueves que la factoría de Bratislava asumirá la producción de 50.000 vehículos del modelo Ibiza. Aquella fábrica hace ahora diferentes modelos de VolksWagen, sobre todo el VW Polo desde que la fábrica de Navarra pasara por un problema similar al de Martorell y se trasladara a Eslovaquia parte de la producción del Polo. El presidente de SEAT también ha dicho que este desvío de la producción se mantendrá hasta el final de la vida comercial del modelo Ibiza y que, si la demanda en el mercado decrece, la producción se recortará en Martorell, no en Bratislava. La medida, según dijo Schleef, se debe a la falta de flexibilidad laboral de la planta de fabricación barcelonesa para atender el incremento de la producción necesario para cubrir la demanda.
No obstante, fuentes sindicales afirman ahora que la decisión de llevarse parte de la producción del Ibiza a Bratislava ya estaba tomada, debido a que otras fábricas del consorcio alemán han tenido que recortar su trabajo porque se venden menos coches. Sin embargo, como el Ibiza tiene una demanda muy fuerte –es el único coche de VolksWagen que no se puede servir a los clientes en tiempo y forma porque no se fabrican suficientes– la compañía está tratando de dispersar su producción para que las plantas no paren de trabajar.
Como solución temporal, Volswagen pidió a los sindicatos que se incrementara en diez días el calendario laboral de este año, según informó el diario La Vanguardia el pasado día 24. El sindicato UGT fue el que se mostró más receptivo. Admitía trabajar cinco días más en la última semana de octubre, lo que supondría hacer unos 5.000 Ibizas más. “Sería gravísimo que Martorell perdiera la exclusiva de producción del Ibiza”, según dijo Manuel Gallardo, responsable de la federación del metal de UGT, en declaraciones a La Vanguardia . Sin embargo, los otros dos sindicatos eran mucho más reticentes. Comisiones Obreras se opuso a la medida y, como alternativa, dijo a la empresa que pidiera voluntarios. El sindicato CGT prefería promover un referéndum entre los trabajadores. Ante el plante sindical, la empresa dirigió una nota a la plantilla explicando que se había encargado un estudio para ver si era viable construir el Ibiza en Bratislava (Eslovaquia). Al mismo tiempo, se pidieron voluntarios, pero parece que el número no era suficiente, según fuentes sindicales.
Finalmente, el presidente de SEAT, Andreas Schleef, ha anunciado este jueves que la factoría de Bratislava asumirá la producción de 50.000 vehículos del modelo Ibiza. Aquella fábrica hace ahora diferentes modelos de VolksWagen, sobre todo el VW Polo desde que la fábrica de Navarra pasara por un problema similar al de Martorell y se trasladara a Eslovaquia parte de la producción del Polo. El presidente de SEAT también ha dicho que este desvío de la producción se mantendrá hasta el final de la vida comercial del modelo Ibiza y que, si la demanda en el mercado decrece, la producción se recortará en Martorell, no en Bratislava. La medida, según dijo Schleef, se debe a la falta de flexibilidad laboral de la planta de fabricación barcelonesa para atender el incremento de la producción necesario para cubrir la demanda.
No obstante, fuentes sindicales afirman ahora que la decisión de llevarse parte de la producción del Ibiza a Bratislava ya estaba tomada, debido a que otras fábricas del consorcio alemán han tenido que recortar su trabajo porque se venden menos coches. Sin embargo, como el Ibiza tiene una demanda muy fuerte –es el único coche de VolksWagen que no se puede servir a los clientes en tiempo y forma porque no se fabrican suficientes– la compañía está tratando de dispersar su producción para que las plantas no paren de trabajar.