(Libertad Digital) Conde ya obtuvo el tercer grado penitenciario en 1998, cuando cumplía pena por el caso Argentia Trust. A petición del Juzgado, el centro penitenciario de Alcalá-Meco ha presentado un informe en el que, según el diario El Mundo , manifiesta que “pueden seguir siendo válidos los argumentos que en su día avalaron la clasificación en tercer grado del interno”. Destaca también su “magnífica conducta penitenciaria” y la improbabilidad de que se fugue o de que reincida.
Además del informe de centro penitenciario, Conde ha enviado al Juzgado un escrito de 27 folios en el que recurre contra el acuerdo adoptado el 16 de octubre por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias de clasificarle en segundo grado, tal como propuso la Junta de Tratamiento de la prisión de Alcalá-Meco, sin atender a la refundición de sus dos condenas, ya que aún no era efectiva. Según decidió posteriormente la Audiencia Nacional, la condena por el caso Argentia Trust (cuatro años y medio de cárcel por apropiación indebida) y la del caso Banesto (20 años de prisión por dos delitos de apropiación indebida, uno de estafa y otro de falsedad documental) quedaron refundidas en una sola pena con una duración total que no es de 24 años y medio de cárcel, sino de 18 años (el triple de su condena más grave, tal y como marca la ley).
Del total de su condena Conde lleva cumplidos cinco años, aunque sólo uno y medio de forma efectiva en prisión. Estuvo como preso preventivo entre el 24 de diciembre de 1994 y el 31 de enero de 1995. El 26 de febrero de 1998 volvió a ingresar en Alcalá-Meco para cumplir la sentencia del caso Argentia Trust, pero en agosto le fue concedido el tercer grado restringido y en marzo de 1999, el régimen abierto sin limitaciones. Desde su tercer reingreso en prisión, motivado por el fallo del caso Banesto, Mario Conde lleva privado de libertad cuatro meses.
Además del informe de centro penitenciario, Conde ha enviado al Juzgado un escrito de 27 folios en el que recurre contra el acuerdo adoptado el 16 de octubre por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias de clasificarle en segundo grado, tal como propuso la Junta de Tratamiento de la prisión de Alcalá-Meco, sin atender a la refundición de sus dos condenas, ya que aún no era efectiva. Según decidió posteriormente la Audiencia Nacional, la condena por el caso Argentia Trust (cuatro años y medio de cárcel por apropiación indebida) y la del caso Banesto (20 años de prisión por dos delitos de apropiación indebida, uno de estafa y otro de falsedad documental) quedaron refundidas en una sola pena con una duración total que no es de 24 años y medio de cárcel, sino de 18 años (el triple de su condena más grave, tal y como marca la ley).
Del total de su condena Conde lleva cumplidos cinco años, aunque sólo uno y medio de forma efectiva en prisión. Estuvo como preso preventivo entre el 24 de diciembre de 1994 y el 31 de enero de 1995. El 26 de febrero de 1998 volvió a ingresar en Alcalá-Meco para cumplir la sentencia del caso Argentia Trust, pero en agosto le fue concedido el tercer grado restringido y en marzo de 1999, el régimen abierto sin limitaciones. Desde su tercer reingreso en prisión, motivado por el fallo del caso Banesto, Mario Conde lleva privado de libertad cuatro meses.