(Libertad Digital) El Gobierno ha introducido la reforma del sector audiovisual en la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos Generales, y lo ha hecho en el último minuto , impidiendo el debate parlamentario. El Ejecutivo ha conseguido ponerse en contra a la oposición –el PSOE ya ha anunciado un recurso contra la Ley de Acompañamiento en el Tribunal Constitucional– y a casi todos los medios de comunicación. El cambio más importante es que las sociedades que participen en cadenas de televisión a nivel nacional no podrán participar en otras televisiones de carácter local. Esta medida afecta sobre todo al Grupo Correo (Telecinco) y a Prisa (Canal Plus).
Conviene destacar que el más duro en su ataque no ha sido Polanco, el más afectado al tener setenta emisoras emitiendo de manera ilegal, sino el Grupo Correo que está presente en 32 televisiones locales. Según publica el diario ABC (propiedad de dicho grupo), “Correo-Prensa Española se ha convertido en la gran víctima de una decisión que ha sido asumida después de un mes de debate y polémica dentro del Gobierno”. Para Correo, la nueva reforma “sólo puede entenderse a partir de la batalla de influencias que han mantenido de manera soterrada los tres mosqueteros de la fusión digital, como se conoce al grupo formado por Rajoy, Rato y Piqué”. No obstante, puntualiza que “al final, la mano de Aznar ha sido determinante en la decisión”. Para el grupo capitaneado por José María Bergareche, la nueva normativa “abonará la entrega a grupos extranjeros de los medios de comunicación españoles” o a “entidades que atienden a intereses alejados del ámbito de la comunicación”.
La conexión entre Moll y Polanco
Y es que para conseguir que las emisoras locales cumplan la ley, al Gobierno no le hacía falta una nueva norma. Le hubiera bastado con obligar a Prisa, Correo y demás a cumplir la legislación vigente desde 1995, que impide que una misma sociedad posea el control de la gestión de dos o más emisoras de TV local. Sin embargo, la intención del Gobierno es otra, puesto que el propio Piqué ha reconocido que se está estudiando que una misma empresa pueda participar en varias emisoras locales de otras zonas, en función de la población. Esta información ya la manejaba Polanco mucho antes de que Piqué anunciara el lunes su nuevo viraje en el sector audiovisual. Según informa La Gaceta de los Negocios, Polanco lleva negociando desde el pasado verano con el Grupo Moll su entrada en el negocio de LOCALIA TV. Aunque en un principio se planteó la entrada de Moll en el capital de PRETESA, filial de PRISA para la televisión local, los cambios del Gobierno han puesto una alfombra roja a la obligada desinversión de Polanco tras la absorción de Vía Digital por Sogecable.
Polanco podrá seguir vendiendo sus contenidos a LOCALIA
La empresa que preside Javier Moll, propietario de la editora Prensa Ibérica, habría llegado a un acuerdo con Polanco para comprarle una emisora en cada demarcación en la que tiene una cabecera de un periódico local. Curiosamente, LOCALIA TV y Moll coexisten en ciudades como La Coruña, Ibiza, Málaga, Mallorca, Alicante, Castellón, Valencia, Murcia, Oviedo y Vigo. Además, en un pasado no muy lejano fueron constantes los rumores que señalaban que Prisa iba a comprar el Grupo Moll. Con lo que la jugada para Polanco saldría perfecta, puesto que obtendría el “monopolio perfecto” de la televisión de pago con la Nueva Sogecable y Canal Plus, pero además mantendría el control de su cadena en abierto LOCALIA TV, a la que podría seguir nutriendo con los contenidos que posee en exclusividad para Canal Satélite como el fútbol italiano y argentino, documentales, series y películas de las major . No extraña, por tanto, que Polanco siga guardando silencio, al igual que hizo cuando el Gobierno decidió apoyar su estrategia de sacar el antenicidio de la vía judicial y tras el informe del Tribunal de Defensa de la Competencia favorable a la Nueva Sogecable.
Conviene destacar que el más duro en su ataque no ha sido Polanco, el más afectado al tener setenta emisoras emitiendo de manera ilegal, sino el Grupo Correo que está presente en 32 televisiones locales. Según publica el diario ABC (propiedad de dicho grupo), “Correo-Prensa Española se ha convertido en la gran víctima de una decisión que ha sido asumida después de un mes de debate y polémica dentro del Gobierno”. Para Correo, la nueva reforma “sólo puede entenderse a partir de la batalla de influencias que han mantenido de manera soterrada los tres mosqueteros de la fusión digital, como se conoce al grupo formado por Rajoy, Rato y Piqué”. No obstante, puntualiza que “al final, la mano de Aznar ha sido determinante en la decisión”. Para el grupo capitaneado por José María Bergareche, la nueva normativa “abonará la entrega a grupos extranjeros de los medios de comunicación españoles” o a “entidades que atienden a intereses alejados del ámbito de la comunicación”.
La conexión entre Moll y Polanco
Y es que para conseguir que las emisoras locales cumplan la ley, al Gobierno no le hacía falta una nueva norma. Le hubiera bastado con obligar a Prisa, Correo y demás a cumplir la legislación vigente desde 1995, que impide que una misma sociedad posea el control de la gestión de dos o más emisoras de TV local. Sin embargo, la intención del Gobierno es otra, puesto que el propio Piqué ha reconocido que se está estudiando que una misma empresa pueda participar en varias emisoras locales de otras zonas, en función de la población. Esta información ya la manejaba Polanco mucho antes de que Piqué anunciara el lunes su nuevo viraje en el sector audiovisual. Según informa La Gaceta de los Negocios, Polanco lleva negociando desde el pasado verano con el Grupo Moll su entrada en el negocio de LOCALIA TV. Aunque en un principio se planteó la entrada de Moll en el capital de PRETESA, filial de PRISA para la televisión local, los cambios del Gobierno han puesto una alfombra roja a la obligada desinversión de Polanco tras la absorción de Vía Digital por Sogecable.
Polanco podrá seguir vendiendo sus contenidos a LOCALIA
La empresa que preside Javier Moll, propietario de la editora Prensa Ibérica, habría llegado a un acuerdo con Polanco para comprarle una emisora en cada demarcación en la que tiene una cabecera de un periódico local. Curiosamente, LOCALIA TV y Moll coexisten en ciudades como La Coruña, Ibiza, Málaga, Mallorca, Alicante, Castellón, Valencia, Murcia, Oviedo y Vigo. Además, en un pasado no muy lejano fueron constantes los rumores que señalaban que Prisa iba a comprar el Grupo Moll. Con lo que la jugada para Polanco saldría perfecta, puesto que obtendría el “monopolio perfecto” de la televisión de pago con la Nueva Sogecable y Canal Plus, pero además mantendría el control de su cadena en abierto LOCALIA TV, a la que podría seguir nutriendo con los contenidos que posee en exclusividad para Canal Satélite como el fútbol italiano y argentino, documentales, series y películas de las major . No extraña, por tanto, que Polanco siga guardando silencio, al igual que hizo cuando el Gobierno decidió apoyar su estrategia de sacar el antenicidio de la vía judicial y tras el informe del Tribunal de Defensa de la Competencia favorable a la Nueva Sogecable.