L D (EFE) La temporada de compras, que en EEUU comienza inmediatamente después del Día de Acción de Gracias -a finales de noviembre- y culmina en Navidad, representa para muchos comercios minoristas y tiendas por departamento casi el 40 por ciento de las ventas anuales. Wal-Mart, la mayor cadena mundial de tiendas, anunció, sin embargo, que las ventas esta temporada fueron menores a las esperadas y que el empuje consumista previo a la Navidad no dio mayor ímpetu a los resultados finales.
La compañía informó de que, sobre la base de las ventas hasta el 24 de diciembre, se calcula que los negocios en las tiendas que han estado abiertas por lo menos un año subirán entre un 2 y un 3 por ciento respecto del año anterior. A comienzos de diciembre, Wal-Mart había calculado que las ventas subirían entre un 3 y un 5 por ciento. Esta temporada comenzó con ventas más fuertes que las esperadas después del Día de Acción de Gracias, pero el entusiasmo de los consumidores flaqueó en diciembre, en parte como reflejo del desempleo y en parte debido a las preocupaciones por la situación económica general y la posibilidad de una guerra con Irak.
El gasto de los consumidores representa más de dos tercios del Producto Interior Bruto de EEUU y es, prácticamente, lo único que ha mantenido en marcha la economía estadounidense y remolcado a buena parte de la economía mundial, debido al apetito por artículos importados.
A partir de hoy, cuando las tiendas abrieron más temprano para atender también a quienes desean cambiar regalos recibidos en la Navidad, los vendedores fijan su esperanza en la semana que resta del año, en la que tradicionalmente hacen el 10 por ciento de las ventas de temporada.
El Consejo Internacional de Centros Comerciales informó de que esta esperanza se apoya en dos ingredientes: los consumidores que van a canjear las tarjetas o certificados de obsequio (gifts) que recibieron como regalo en Navidad y que aprovechan para comprar más o cosas más caras, y los que se sienten tentados por las ofertas y descuentos.
La compañía informó de que, sobre la base de las ventas hasta el 24 de diciembre, se calcula que los negocios en las tiendas que han estado abiertas por lo menos un año subirán entre un 2 y un 3 por ciento respecto del año anterior. A comienzos de diciembre, Wal-Mart había calculado que las ventas subirían entre un 3 y un 5 por ciento. Esta temporada comenzó con ventas más fuertes que las esperadas después del Día de Acción de Gracias, pero el entusiasmo de los consumidores flaqueó en diciembre, en parte como reflejo del desempleo y en parte debido a las preocupaciones por la situación económica general y la posibilidad de una guerra con Irak.
El gasto de los consumidores representa más de dos tercios del Producto Interior Bruto de EEUU y es, prácticamente, lo único que ha mantenido en marcha la economía estadounidense y remolcado a buena parte de la economía mundial, debido al apetito por artículos importados.
A partir de hoy, cuando las tiendas abrieron más temprano para atender también a quienes desean cambiar regalos recibidos en la Navidad, los vendedores fijan su esperanza en la semana que resta del año, en la que tradicionalmente hacen el 10 por ciento de las ventas de temporada.
El Consejo Internacional de Centros Comerciales informó de que esta esperanza se apoya en dos ingredientes: los consumidores que van a canjear las tarjetas o certificados de obsequio (gifts) que recibieron como regalo en Navidad y que aprovechan para comprar más o cosas más caras, y los que se sienten tentados por las ofertas y descuentos.