Zara arrasa en Suiza con ventas que rebasan el 35 por ciento sus previsiones presupuestarias

L D (EFE) El éxito de la nueva “zaramanía”, como la llama el diario ginebrino Le Temps , que dedica dos páginas al fenómeno, estriba en la rapidez de reacción y la impresión de novedad y cambio: mientras otras marcas emplean de tres a seis meses para sacar una nueva colección, Zara sólo necesita dos semanas para suministrar a todas sus tiendas con el nuevo producto. El secreto, dice el periódico, consiste en aumentar la frecuencia de las visitas de los clientes a sus tiendas y crear así una especie de dependencia.

Zara, que proyecta la apertura de nuevos establecimientos en otras dos ciudades suizas, Basilea y Zúrich, considera su tienda de Ginebra, instalada en un antiguo edificio recientemente renovado en pleno centro de la ciudad, como una de los más exitosas de su cadena mundial. “Zara no es un competidor como los otros”, escribe Le Temps , sino que “ha modificado las reglas del juego de la industria de la confección”.

Zara no se contenta con controlar totalmente la producción, sino que trata de crear un clima de “escasez de oportunidades con innumerables series limitadas, según un modelo calcado de las boutiques de lujo”, escribe el citado periódico. Para crear además la ilusión de novedad, los responsables de la tienda cambian además totalmente la presentación hasta cuatro veces al mes, lo que puede representar un calvario para los vendedores, pero parece hacer las delicias de los clientes.