LD (EFE) De los 1.540 millones de dólares de cargos extraordinarios, 1.100 millones corresponden al descuento contable por la pérdida de valor de sus inversiones en América Latina. ATT posee el 69 por ciento de las acciones de ATT Latin America, empresa que presta servicios de Internet y transmisión de datos en Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Perú. La compañía busca un comprador para su participación en esa compañía, pero aún no lo ha encontrado. Además, la filial latinoamericana podría declararse en bancarrota.
El gigante de las telecomunicaciones indicó que los despidos, que equivalen al 4,9 por ciento de su plantilla, se producirán en su mayor parte en la división que vende servicios de telefonía y transmisión de datos a empresas en EEUU, y que la mayoría de quienes perderán sus trabajos son funcionarios administrativos.
Los despidos implicarán un cargo contra ganancias de 240 millones de dólares, a los que se suman otros 200 millones de dólares por desvalorización de sus inversiones en Internet de alta velocidad. La empresa señaló que los despidos se producirán sobre todo en la primera mitad de 2003, y los 3.500 afectados se sumarán a las cerca de 10.000 personas que ATT ha eliminado de su plantilla en los últimos dos años, cuando se ha visto seriamente mermada la demanda de sus servicios.
El gigante de las telecomunicaciones indicó que los despidos, que equivalen al 4,9 por ciento de su plantilla, se producirán en su mayor parte en la división que vende servicios de telefonía y transmisión de datos a empresas en EEUU, y que la mayoría de quienes perderán sus trabajos son funcionarios administrativos.
Los despidos implicarán un cargo contra ganancias de 240 millones de dólares, a los que se suman otros 200 millones de dólares por desvalorización de sus inversiones en Internet de alta velocidad. La empresa señaló que los despidos se producirán sobre todo en la primera mitad de 2003, y los 3.500 afectados se sumarán a las cerca de 10.000 personas que ATT ha eliminado de su plantilla en los últimos dos años, cuando se ha visto seriamente mermada la demanda de sus servicios.