L D (EFE) Según Norex, Alfa y algunas de sus filiales recurrieron a amenazas físicas, a falsificación de documentos, fraude fiscal y blanqueo de dinero, informa este viernes el diario "La Tribune de Geneve". La sociedad canadiense acusa concretamente a Alfa de haber provocado la confiscación de uno de sus campos petrolíferos en Siberia bajo la amenaza de utilizar las armas después de que una responsable local rechazase un importante soborno. Para reclamar al grupo Alfa más de mil millones y medio de dólares en daños y perjuicios ante un tribunal federal estadounidense, Norex aporta toda una serie de pruebas, afirma el diario ginebrino.
La querella documenta la existencia de facturas falsas por más de 60 millones de dólares, "recicladas" a través de una serie de sociedades en paraísos fiscales, entre ellos el del cantón suizo de Zug, donde tiene su sede el grupo Crown Resources.
La utilización del petrolero "Prestige" como "instalación flotante para el almacenamiento de crudo", confirmado a comienzos de semana en Moscú por el vicepresidente de Crown Resources, Andre Varganov, no contribuye a disipar las sospechas. "Los intercambios de fletes en ruta, frecuentes en la industria petrolera puedan generar pingües beneficios", afirma un profesional citado por "La Tribune de Geneve". Un correo electrónico interno del grupo Crown, adjuntado a la querella, instaba en 1999 a cuatro directivos de la empresa a utilizar un método más eficaz de obtener beneficios como es el de recurrir a terceros dispersos por todo el mundo en lugar de vender y comprar la carga de un mismo buque, lo que "resulta más fácil de rastrear".
Todos esos negocios se produjeron, recuerda el diario, en un contexto preciso: las polémicas privatizaciones llevadas a cabo en Rusia en las que los aspirantes al control de las empresas subastadas se combatían entre sí sin misericordia alguna. Una lucha sin cuartel acompañada de redadas de milicianos armados que intervenían oficialmente en nombre de la justicia, pero que en realidad obedecían órdenes del Kremlin o de los potentados locales.
Marc Rich, un polémico socio
En ese contexto intervinieron los dueños del grupo Alfa y su asociado, el multimillonario Marc Rich, según el diario. Rich estaba acusado por la fiscalía de Nueva York de más de 50 casos de fraude, comercio ilegal de petróleo con Irán y de fraude fiscal por valor de 48 millones de dólares. Nada más recibir un polémico indulto del presidente norteamericano Bill Clinton en los últimos días de su estancia en la Casa Blanca, en enero del 2001, Marc Rich anunciaba la venta de "Marc Rich Investments" a Crown Resources. Pero ni uno ni otro deseaban una publicidad inoportuna sobre el indulto de un empresario condenado en Estados Unidos por fraude fiscal ni sobre la naturaleza de ciertas transacciones de Crown.
Si bien aquella transacción no tuvo lugar oficialmente, Rich "siguió siendo consultor de Crown Resources hasta el pasado verano", según confirmó al periódico desde Londres Mani Wanmanf, portavoz del grupo. El colmo de la ironía de todo este asunto, señala el periódico, es que Crown Resources AG no sólo no tendrá que soltar un céntimo por la catástrofe en aguas gallegas, sino que es posible incluso que gane dinero, dice el periódico ginebrino. Algunos expertos creen que podría incluso obtener unos beneficios de un millón de dólares por el petróleo que contamina las costas y los fondos marinos ya que es normal asegurar ese tipo de cargas a un 110 por ciento de su precio de venta.
La querella documenta la existencia de facturas falsas por más de 60 millones de dólares, "recicladas" a través de una serie de sociedades en paraísos fiscales, entre ellos el del cantón suizo de Zug, donde tiene su sede el grupo Crown Resources.
La utilización del petrolero "Prestige" como "instalación flotante para el almacenamiento de crudo", confirmado a comienzos de semana en Moscú por el vicepresidente de Crown Resources, Andre Varganov, no contribuye a disipar las sospechas. "Los intercambios de fletes en ruta, frecuentes en la industria petrolera puedan generar pingües beneficios", afirma un profesional citado por "La Tribune de Geneve". Un correo electrónico interno del grupo Crown, adjuntado a la querella, instaba en 1999 a cuatro directivos de la empresa a utilizar un método más eficaz de obtener beneficios como es el de recurrir a terceros dispersos por todo el mundo en lugar de vender y comprar la carga de un mismo buque, lo que "resulta más fácil de rastrear".
Todos esos negocios se produjeron, recuerda el diario, en un contexto preciso: las polémicas privatizaciones llevadas a cabo en Rusia en las que los aspirantes al control de las empresas subastadas se combatían entre sí sin misericordia alguna. Una lucha sin cuartel acompañada de redadas de milicianos armados que intervenían oficialmente en nombre de la justicia, pero que en realidad obedecían órdenes del Kremlin o de los potentados locales.
Marc Rich, un polémico socio
En ese contexto intervinieron los dueños del grupo Alfa y su asociado, el multimillonario Marc Rich, según el diario. Rich estaba acusado por la fiscalía de Nueva York de más de 50 casos de fraude, comercio ilegal de petróleo con Irán y de fraude fiscal por valor de 48 millones de dólares. Nada más recibir un polémico indulto del presidente norteamericano Bill Clinton en los últimos días de su estancia en la Casa Blanca, en enero del 2001, Marc Rich anunciaba la venta de "Marc Rich Investments" a Crown Resources. Pero ni uno ni otro deseaban una publicidad inoportuna sobre el indulto de un empresario condenado en Estados Unidos por fraude fiscal ni sobre la naturaleza de ciertas transacciones de Crown.
Si bien aquella transacción no tuvo lugar oficialmente, Rich "siguió siendo consultor de Crown Resources hasta el pasado verano", según confirmó al periódico desde Londres Mani Wanmanf, portavoz del grupo. El colmo de la ironía de todo este asunto, señala el periódico, es que Crown Resources AG no sólo no tendrá que soltar un céntimo por la catástrofe en aguas gallegas, sino que es posible incluso que gane dinero, dice el periódico ginebrino. Algunos expertos creen que podría incluso obtener unos beneficios de un millón de dólares por el petróleo que contamina las costas y los fondos marinos ya que es normal asegurar ese tipo de cargas a un 110 por ciento de su precio de venta.