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Martín Krause

La dolarización del "paraíso" comunista

Probablemente Estados Unidos no invadirá nunca a Cuba, pero los dólares ya lo hicieron, por invitación de los mismos cubanos

Resulta al menos curioso que Fidel Castro, gran crítico del llamado "neoliberalismo" imperante en América Latina en los años 90, no vea o no quiera ver que un rasgo importante del mismo es lo que está sucediendo bajo sus propias narices, el creciente uso que los cubanos hacen del dólar
 
Se trata de un interesante tema, recientemente analizado por Archibald Ritter y Nicholas Rowe de Carleton University, en Canadá. Después de la Guerra de Cuba en 1898, el dólar fue proclamado moneda de curso legal hasta que en 1934 comenzó Cuba a emitir su propia moneda. No obstante, se estimaba que en 1950 la circulación de dólares alcanzaba un 86,6% del monto de la circulación de pesos. Con la llegada de Fidel Castro al poder, la tenencia y circulación de dólares fue prohibida y se estableció una nueva moneda con una paridad 1 a 1 con el dólar, algo que nos suena familiar a los argentinos.
 
A partir de entonces, pocos dólares circulaban porque la misma tenencia estaba penada con cárcel. Tampoco había mucha demanda de ellos, ya que no existían operaciones comerciales ni financieras con el exterior, ni muchos cubanos podían viajar al extranjero. No obstante, existía un mercado negro en el cual la cotización oscilaba entre 3 y 5 pesos por dólar.
 
Todo esto cambió con la caída de la Unión Soviética y la suspensión de su subvención a la economía cubana, lo cual llevó, según datos de CEPAL que citan los autores, a una caída del PIB per cápita de 34% y una reducción de las importaciones de 67%. El déficit fiscal escaló al 29% del PIB debido a las pérdidas de las empresas estatales. El sistema de racionamiento más los controles de precios en las viviendas, automóviles y las transacciones entre empresas suprimieron buena parte de la presión inflacionaria, pero fue inevitable que ésta se extendiera a los precios del mercado negro y el dólar alcanzó un pico de 150 pesos por dólar durante un breve período de 1994, para luego caer a un promedio de 95 durante ese año.
 
Poco antes de ese estallido, en agosto de 1993, el gobierno cubano había liberado la tenencia y el ingreso de dólares al país, lo cual ha llevado desde entonces, según los autores, a una amplia dolarización de la economía. El dólar es el principal medio de cambio y desde ya la principal "reserva de valor" de los cubanos, quienes mantienen sus ahorros en esa moneda y lejos de los bancos oficiales.
 
El tipo de cambio fluctuó entre 20 y 22 pesos por dólar durante los años 1998-2001 que son sujeto del estudio, y está actualmente en alrededor de 27. La oferta de dólares en la isla ha aumentado notoriamente desde entonces debido a las remesas de cubanos en el exterior y al flujo de turismo. Según la CEPAL, el porcentaje de cubanos que poseen dólares alcanzó 62% en 1999. Las remesas de cubanos en el exterior han aumentado de unos 18 millones de dólares en 1991 a 725 millones en 1999. Una tercera fuente de dólares son pagos adicionales a empleados cubanos por parte de empresas extranjeras, los cuales no son legales, pero tolerados por el régimen.
 
Eso por el lado de la oferta. Por el lado de la demanda, una gran motivación para obtener dólares tiene que ver con el poder de compra de los salarios locales. El estudio afirma que en 1999 el salario promedio era de 223 pesos y la pensión promedio de 104 pesos, lo cual significaba que el salario era de unos 10 dólares mensuales y las pensiones de 5 dólares mensuales. Los profesionales ganan entre 200 y 450 pesos, entre 10 y 22 dólares mensuales, aproximadamente.
 
Esto explica la gran presión para obtener dólares en la economía informal o en el exterior, ya que no son muchos los productos que se consiguen pagando en pesos, pero casi todo está disponible en las tiendas en dólares y a precios de Miami.
 
Probablemente Estados Unidos no invadirá nunca a Cuba, pero los dólares ya lo hicieron, por invitación de los mismos cubanos.
 
© AIPE
 
Martín Krause es Rector de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE)

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