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John Stossel

Bendito especulador

Estaría bien que McCain aprendiera por fin algo de economía.

"Creo que es necesario que haya una investigación total y exhaustiva de los especuladores para descubrir si se ha producido especulación o no y, si es así, cuánto ha afectado al precio del barril de crudo. Hay muchas cosas ahí fuera que necesitan mucha más transparencia y, en consecuencia, supervisión." Esas son las palabras del candidato presidencial John McCain. ¿Y este tipo es el republicano? Pero esperen, que hay más:

Estoy muy enfadado, francamente, con las petroleras no sólo a causa de los obscenos beneficios que han ganado, sino por su fracaso a la hora de invertir en energías alternativas que nos ayuden a eliminar nuestra dependencia del petróleo exterior. Están ganando enormes beneficios y no hay nada de malo, pero eso no es lo mismo que decir: "Estamos en esto para poder eliminar eventualmente la dependencia de Estados Unidos del petróleo". Creo que es una falta a sus responsabilidades como ciudadanos.

Déjeme que lo ponga claro. Un presidente potencial de un país que se pretende libre critica a las compañías por obtener "beneficios obscenos" y por ser unos ciudadanos irresponsables al no invertir en los productos de la competencia. ¿Por qué? ¿Se presenta McCain a comisario económico nacional?

Esta no es la primera vez que McCain ha manifestado lo que yo llamaría mentalidad anticapitalista. En uno de los primeros debates presidenciales se enfrentó a la afirmación del ex empresario Mitt Romney de que poseía una mayor experiencia ejecutiva diciendo: "Yo encabezaba el mayor escuadrón de la Marina de los Estados Unidos, no por dinero sino por patriotismo."

¿Por qué semejante condena a los beneficios? Está claro que McCain no comprende cómo funcionan los mercados o por qué son buenos. No cabe duda de que no comprende el papel de los especuladores y los demás intermediarios. No es el único. Los especuladores se encuentran entre los colectivos más criticados de la historia. Cuando han sido miembros de minorías étnicas, se han convertido en objetivos fáciles de personas analfabetas económicamente que tienen envidia de su éxito.

McCain se pregunta "si se ha producido especulación". No necesita preguntárselo. La especulación siempre tiene lugar. Especulación significa asumir riesgos con respecto a lo que el futuro nos deparará con la esperanza de obtener un beneficio. La bolsa y los mercados de materias primas del mundo se basan en este principio. El senador McCain hablaba realmente en serio cuando decía: "Sé mucho menos de economía de lo que sé sobre los asuntos del ejército y la política exterior."

Dudo que los especuladores sean responsables de gran parte de la subida de los precios del petróleo. ¿Por qué no los elevaron antes? Además, existen demasiadas explicaciones más: incremento de la demanda procedente de China y la India, las tensiones en Oriente Medio y el dólar en caída libre.

Incluso si los especuladores llegaron a jugar un papel, lo que aparentemente no comprende McCain es que los especuladores desempeñan un valioso servicio. La mayor parte de la gente no se da cuenta de ello porque a primera vista no parecen productivos. Compran lo que ya existe y lo vuelven a vender. ¿Cómo ayuda eso a la sociedad? En realidad, el odiado especulador es bueno porque sus operaciones de compra y venta reducen la volatilidad y la incertidumbre en un mundo impredecible. Puede que lo hagan sólo por su propio beneficio, pero eso no importa. Como escribiera Adam Smith, "no es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés".

Los precios de las materias primas cambian inesperadamente, haciendo arriesgados los negocios. El especulador aporta un mayor grado de certidumbre a esas inversiones. Cuando la oferta de un producto es abundante y los precios bajos, pero los especuladores esperan que el precio suba más adelante, compran, amortiguando así el colapso de los precios. Cuando la oferta se vuelve más escasa y los precios suben, venden, aliviando la escasez y reduciendo el precio. Otra de sus labores es comprar un bien en el futuro por un precio cerrado hoy. Esto reduce el riesgo de un productor de petróleo o de un granjero que tienen miedo a invertir porque no saben a qué precio se venderá su producto el año que viene.

Como resultado de estas actividades, la volatilidad de la oferta y los precios se estabiliza a lo largo del tiempo. Ocasionalmente, los especuladores generan volatilidad. Los mercados nunca son perfectos, por más que sí sean mucho mejores que la regulación gubernamental. Pero en general los especuladores incrementan la liquidez y mantienen más estable el mercado. Esto facilita a todo el mundo la planificación a largo plazo.

Estaría bien que McCain aprendiera por fin algo de economía.

En Libre Mercado

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