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Alberto Recarte

Un entorno de bajos tipos de interés

V) Un entorno de bajos tipos de interés y facilidades crediticias (1998-2008)

A partir del plan de estabilización de 1959, España ha ido corrigiendo su aislamiento y sus políticas de gasto público y alta inflación, que se saldaron, en el pasado, con sucesivas devaluaciones de la extinta peseta. Y siempre, hasta la entrada en el euro, en un entorno de altos tipos de interés y de escasez de crédito.

1. La pérdida del temor al endeudamiento en España en los últimos diez años, los años del euro

Los últimos diez años han sido diferentes. Los tipos de interés han sido bajísimos, de hecho han estado, casi siempre, por debajo de la inflación, y ha habido superabundancia de crédito. Los bajos tipos respondieron a la política del Banco Central Europeo y la abundancia del crédito al imparable crecimiento de la economía española animada, en parte, por las reformas del período 1996-2000 y, en mayor parte, por un euro que eliminaba los riesgos de unas políticas monetaria y fiscal nacionales descontroladas por parte de España y de cualquiera de los países miembro del euro. Empresas y familias contemplaban el futuro con optimismo y, en consonancia con el mismo, aumentaron su endeudamiento, para invertir y para consumir. Este gasto se ha traducido en crecimiento económico, en creación de empleo y en la entrada en España de cinco millones de inmigrantes.

En relación con los tipos de interés, en los siguientes cuadros, los números 8, 9 y 10, se reproducen, numéricamente en el primero y gráficamente en los dos últimos, la evolución de los tipos, tanto para activos como para pasivos, en la zona euro, en los últimos años, en concreto desde 2005 hasta junio de 2008.

Merece la pena destacar como, en 2005, el euribor a doce meses se situaba en el 2,33% y como, en el mes de junio de 2008 había subido hasta el 5,36%, mientras los depósitos de las familias a un año se pagaban al 1,98% en 2005 y al 4,32% en junio de este año.

Esos son los datos de la UME en su conjunto, porque en España la remuneración de los depósitos de las familias a un año se sitúa cerca del 6%, en justa correspondencia con la falta de liquidez de la banca española, que ha subido sustancialmente la remuneración a toda clase de depósitos.

Cuadro nº 8

Principales indicadores económicos de la zona euro

Fuente: Banco Central Europeo. Banco de España. Boletín estadístico junio/08

Cuadros nº 9 y 10

Regulación monetaria

Fuente: Banco Central Europeo. Banco de España. Boletín estadístico junio/08

Una parte importante del endeudamiento de las empresas ha sido para invertir en bienes de equipo, know how y técnicas productivas, que han modernizado el tejido productivo, y en infraestructuras, lo que ha permitido el desarrollo y un modesto crecimiento de la productividad, un 1% anual en promedio en los últimos 12 años. La industria y los servicios españoles son hoy, en conjunto, mucho más productivos que hace diez años. La inversión continua ha modernizado nuestro sistema productivo, que es capaz de seguir vendiendo en el exterior, a pesar de que hemos ido perdiendo competitividad como país por tener una inflación permanentemente más alta que la del conjunto de países miembros de la Unión Monetaria. Esa modernización es nuestra mejor baza para superar la crisis económica en la que nos estamos adentrando.

Por su parte, las familias se han endeudado para comprar viviendas y es enorme, pero de difícil cálculo, el esfuerzo financiero que han hecho para mejorar el nivel de formación de sus hijos. Las compras de viviendas para familias como inversión, no para uso propio, partían del convencimiento de que sus precios nunca descenderían. Creencia firmemente asentada en el imaginario colectivo, porque quienes invirtieron en ese tipo de bienes en el pasado siempre terminaron por ganar.

Por su parte, las empresas, sobre todo las puramente promotoras, han invertido, en una mínima parte con fondos propios y en su mayor parte con créditos bancarios, en suelo: rústico, urbanizable y urbano.

Ha habido, pues, crédito, barato y abundante, y optimismo entre los banqueros, empresarios y familias. El endeudamiento no importaba, porque se suponía que los precios de algunos bienes –suelo, viviendas y otras edificaciones– siempre subirían, los tipos de interés se suponía que serían siempre suficientemente bajos, el crédito siempre sería abundante y siempre habría demanda para casi todo lo que se construyera.

También se presuponía que el suelo siempre sería un bien escaso, dado el complejo y corrupto sistema de intervención administrativa para transformar suelo rústico en urbano, por lo que su precio sería constante o creciente, pero nunca decreciente.

Analicen los cuadros nº 11 y nº 12, en los que figura la evolución del endeudamiento y los depósitos de las de familias y el nº 13, en el que figura la evolución del crédito bancario a las empresas españolas, que se facilitaba, o directamente se lograba, si las garantías eran reales.

Cuadro nº 11

Préstamos y créditos concedidos a los hogares (millones de euros)

Año Adquisición vivienda y rehabilitación Actividades Productivas Consumo Total
2000 176.652 32.405 48.498 276.242
2001 205.790 27.244 48.739 309.033
2002 235.086 31.088 53.733 351.142
2003 275.958 33.625 55.529 405.637
2004 333.825 35.196 62.269 476.639
2005 445.972 37.593 77.126 613.846
2006 544.389 40.842 92.082 741.136
2007 618.212 45.088 103.375 834.337
2008 (I) 628.482 44.813 103.830 845.377

Fuente: Banco Central Europeo. Banco de España. Boletín estadístico junio/08

El peso creciente de la vivienda y el deseo de invertir en la misma, por necesidad o como inversión, por parte de los hogares, también se manifiesta en este cuadro. El endeudamiento para comprar y rehabilitar viviendas crece desde el 63% del total en el año 2000 hasta el 74% de 2008.

En el cuadro nº 12 se observa como, en 2004, los depósitos de los hogares en entidades financieras alcanzaron los 426.164 millones de euros y, ese mismo año, la deuda de los hogares con las entidades financieras ascendía a 476.639 millones de euros. A partir de esa fecha se produce un desequilibrio fundamental. En el primer trimestre de 2008 sus depósitos sumaban 613.844 millones, pero los créditos alcanzaban ya los 845.377 millones. En apenas cuatro años se ha pasado de un endeudamiento, neto de depósitos, de 50.000 millones a otro de 232.000 millones de euros en el primer trimestre de 2008.

Cuadro nº 12

Depósitos de los hogares (millones de euros)

Año Depósitos de los hogares
2003 395.664
2004 426.164
2005 465.006
2006 537.101
2007 592.099
2008 613.849

Fuente: Banco Central Europeo. Banco de España. Boletín estadístico junio/08

Cuadro nº 13

Deudores bancarios (millones de euros)

Año Garantía Real Garantía hipotecaria
2002 363.962 354.365
2003 442.125 430.885
2004 544.918 531.746
2005 729.287 709.682
2006 922.976 883.841
2007 1.068.376 1.018.785
2008 1.089.526 1.042.355

Fuente: Banco Central Europeo. Banco de España. Boletín estadístico junio/08

Se puede observar en el cuadro nº 13 que los créditos del sistema financiero para cualquier actividad de empresas u hogares se han apoyado en las garantías hipotecarias de los prestatarios. Una confianza ilimitada de la banca en que su valor nunca se reduciría.

2. Lo que el euro no puede evitar

En este proceso, en estos diez años desde la creación del euro, mientras el crédito del sistema financiero al sector privado crecía un 130% en el conjunto de las economías europeas del área euro (teniendo en cuenta que España participa un 15%, en promedio en esa suma total), en España el crecimiento ha superado el 370%. Con los mismos tipos de interés de intervención del BCE en toda el área monetaria europea, con un euribor único, con diferenciales de riesgo casi inexistentes entre España y los países más fuertes de la zona monetaria europea, en España había una demanda abrumadora de crédito mientras en el resto de la Europa monetaria el pesimismo, y la esclerosis institucional reducían esa demanda. Y la unidad de mercado monetario que significa el euro ha permitido, sin problemas, esos enormes desequilibrios entre países en el crecimiento de la oferta monetaria.

Si los bancos consideraban que la demanda de crédito era solvente, el aumento del crédito podía ser ilimitado, al margen –equivocadamente– de lo que reflejaran las variables macroeconómicas nacionales. Una limitación de la moneda única que nunca han querido tener en cuenta sus impulsores. Y menos ahora, en que se ha celebrado como un éxito sin paliativos la introducción del euro al cumplir su décimo aniversario.

3. La insuficiencia del ahorro nacional

Una demanda de crédito tan grande, que superaba la capacidad de ahorro nacional (anclada en torno al 20% del PIB), sólo podía satisfacerse en el exterior, por lo que los bancos establecidos en España buscaron fondos fuera del país. En términos nacionales, el endeudamiento nacional neto –descontando las inversiones o créditos de entidades españolas en el exterior y la posición neta del Banco de España–, es decir, las de las Administraciones Públicas, empresas y familias, ha pasado de una cifra de 85.000 millones de euros en 1996, a 165.000 millones de euros en 1999, a casi 300.000 millones en 2003 y a los 728.000 millones de finales de 2007. Esa deuda sigue subiendo en la primera parte de 2008, pero debería frenarse en la segunda parte del año.

Un endeudamiento en el que han incurrido empresas y familias, básicamente, porque el conjunto de las Administraciones Públicas tienen, hoy, aproximadamente, la misma deuda, interior y exterior, en términos absolutos, que la que tenía en el momento de la creación del euro a finales de 1997: alrededor de 360.000 millones de euros en total, de los cuales 60.000 millones de euros eran –en ese año– deuda exterior.

Cuadro nº 14

Deuda de las Administraciones Públicas (millones de euros)

Año Total Administración Central Administraciones Autonómicas Corporación Locales Administración Seguridad Social
1995 283.074 235.775 26.826 17.941 2.532
1996 319.593 266.923 30.775 18.902 2.993
1997 333.196 278.089 34.292 18.294 2.522
1998 345.949 288.844 36.096 19.169 1.840
1999 361.553 302.545 37.561 19.656 1.790
2000 373.505 312.576 39.473 19.793 1.663
2001 377.806 312.394 43.707 20.170 1.536
2002 383.172 313.780 46.461 21.522 1.409
2003 381.562 308.374 48.993 22.914 1.282
2004 388.374 311.090 51.977 24.153 1.154
2005 390.948 307.544 56.847 25.480 1.077
2006 389.193 302.779 57.953 27.460 1.000
2007 379.873 290.928 59.641 29.304 1.000
2008 (I) 375.190 285.101 60.628 29.461 --

Fuente: Banco Central Europeo. Banco de España. Boletín estadístico junio/08

4. El ahorro extranjero

Así pues, los bancos establecidos o que operaban en España, han prestado enormes sumas de euros, a empresas y familias. En parte con el ahorro que conseguían captar en España, pero el grueso de la financiación adicional de cada año se ha logrado con la aportación de los ahorradores extranjeros. En 1999, en el momento de la entrada en el euro, la banca española, para aumentar el volumen total de sus préstamos, se financiaba con un porcentaje muy reducido de sus nuevas necesidades en el exterior. En los últimos años, en particular desde 2004 y 2005, el endeudamiento de la banca española con el exterior se ha disparado. Por eso, el conjunto del sistema financiero español debía, a finales de 2006, antes del comienzo de la crisis monetaria internacional –julio/agosto de 2007– 266.000 millones de euros por bonos y obligaciones y 442.000 millones de euros por depósitos procedentes del exterior. ¿Quiénes eran esos inversores? Todo tipo de instituciones, fondos, empresas, familias y bancos que confiaban en la solidez de la banca nacional, y que pensaban que el funcionamiento de un mercado monetario único en la Europa del euro era un seguro a todo riesgo.

Al margen, y complementariamente, la banca extranjera al por mayor y sobre todo la banca de inversión extranjera, han invertido en España cantidades muy elevadas con un ahorro procedente, también, del exterior.

5. La financiación de la economía española en el euro

Ese era el esquema de financiación de la banca española. Y de la economía española. El 10% de déficit de la balanza por cuenta corriente en España, en 2007, significa que España tuvo, ese año, un déficit de ahorro de la misma cuantía, alrededor de 100.000 millones de euros. Y que una parte sustancial del financiamiento de la economía española, para seguir funcionando con ese esquema de crecimiento, se conseguía –lo conseguía la banca española o bien la banca internacional que operaba directamente en España– concediendo créditos y préstamos a empresas y familias.

6. El endeudamiento de las empresas y las familias

¿En qué se gastaban las familias españolas esa enorme cantidad de crédito, que no cesaba de aumentar año tras año? Una parte en actividades productivas (un 6% del total), otra parte en consumo (alrededor del 12% del total), y sobre todo en adquisición y rehabilitación de vivienda. Estos dos conceptos alcanzan, en el primer trimestre de 2008, los 628.000 millones de euros (un 74% del total del endeudamiento de los hogares españoles).

Por su parte, el crédito a las empresas, tal y como lo hemos visto en el cuadro nº 1, alcanzó un total de 982.333 millones de euros en el primer trimestre de 2008. De ese total, las actividades inmobiliarias (créditos a promotores), suponen 311.000 millones de euros, lo que significa un 32% del total; el crédito al sector de la construcción alcanzó los 154.000 millones de euros, un 15% del total. Entre ambos el porcentaje total alcanza el 47% del total. El año 2000, dos años después de la entrada en vigor del euro, las actividades inmobiliarias alcanzaban los 34.000 millones de euros (un 11% del total) y los créditos al sector de la construcción eran de 43.000 millones de euros (un 14% del total). Entre ambos, en 2000, suponían el 25% del total. Hoy, un 47%. Y lo más problemático es que de los 311.000 millones de créditos a promotores una parte importante es crédito para la compra del suelo.

Toda esa financiación para adquisición de vivienda a las familias (628.000 millones de euros), de crédito a los promotores (311.000 millones de euros) y de crédito a las empresas del sector de la construcción (154.000 millones de euros) suma casi 1,1 billones de euros.

Cuadro nº 15

Crédito a otros sectores residentes (OSR) (millones de euros)

Total

Año Total
2002 701.663
2003 802.212
2004 945.697
2005 1.202.617
2006 1.508.626
2007 1.760.213
2008 1.800.264

A tipo variable

Año Total Variable
2007 1.760.213 1.197.991
2008 1.800.284 1.232.181

Fuente: Banco Central Europeo. Banco de España. Boletín estadístico junio/08.

Pues bien, tal y como aparece en el cuadro nº 15, el total de crédito del sistema financiero español a las familias y empresas suma, en total, 1.800.000 millones de euros. Es decir, más de un 63% del total del crédito bancario a empresas y familias españolas está relacionado con el suelo, la construcción y la compra de viviendas y otros inmuebles. Ese porcentaje subiría todavía más si fuéramos capaces de determinar qué porcentaje del crédito para consumo y actividades productivas de las familias está relacionado con el amueblamiento de las viviendas y qué porcentaje del crédito a empresas distintas de las promotoras, inmobiliarias y constructoras se destina, también, a empresas que suministran bienes y servicios a esos tres sectores. Si los precios del suelo y la vivienda y otras edificaciones se reducen –como ya está ocurriendo– y la crisis de los promotores arrastra al sector de la construcción, la posición global del sistema financiero español será insostenible.

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