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España necesita una dama de hierro

Los contribuyentes españoles no pueden seguir soportando la carga de tener que financiar 17 Estaditos con delirios de grandeza (embajaditas, parlamentitos, televisioncitas autonómicas...) y un Estado gobernado por la progresía más demagoga.

paserifo dijo el día 22 de Febrero de 2009 a las 10:52:

No es mi costumbre debatir posts como si esto fuera un foro. Suelo ceñirme a comentar el artículo. Pero hoy me he levantado belicoso.

Vamos a ver. ¿Qué coño les pasa a los que se empeñan en que la única alternativa a un gobierno del PSOE (demagogía, idioteces, despilfarro) es un gobierno ultracatólico (incoherencia, estupidez, despilfarro)? ¿Pero es que no se dan cuenta de que este país necesita una regeneración democrática intensiva? Necesitamos una segunda transición: esta vez de la pseudo-dictadura Zapaterista a una democracia liberal en condiciones. Hay que eliminar a los monstruos de la demagogía, de la caradura, de la corrupción y del sinsentido, y eso no lo puede hacer un partido católico. Sólo un gran pacto nacional, un acuerdo entre gente válida políticamente, entre personas que puedan y sepan representar a toda una nueva generación de profesionales con respeto por la ética y por el Estado de Derecho puede propiciar esa regeneración democrática. Un partido católico no representa nada ni remotamente parecido a la ética, ni al Estado de Derecho ni a la democracia liberal. No digo que no sea posible, ojo. Digo que eso no existe hoy aquí, ni en Europa ni en ningún páis de América. Los así llamados democristianos son un hatajo de sinvergüenzas, acomplejados, corruptos, ridículos e incoherentes políticos se agarran a la poltrona y al sueldazo y al coche oficial con casi la misma fuerza que los socialdemócratas, neosocialistas y ecolojetas. A las pruebas me remito. Lo único que hacen bien es la cosa retórica, y la cosa propagandística, cuando les dejan sitio. Lo que hacen cuando llegan al poder no es cosa muy distinta de lo que nos ofrecen los políticos del PSOE.

Por otra parte, y yendo al artículo en sí.
Vamos a ver si no nos pasamos de frenada como siempre. Sí. Es cierto. Ahora hay una muchedumbre de opinólogos que se les ha caído la venda de los ojos y empiezan a comprender que lo que estamos viviendo el caos descrito por esos cuatro locos que se atrevían a escribirlo en los primeros ochenta, siendo hoy el más conspicuo de ellos un tal Jiménez Losantos.
Pero no nos volvamos locos. Una cosa es que haya que recuperar para el Estado el poder que nunca –repito, nunca– debió transferirse a los miniestados autónomos de Expaña. Hasta ahí vale. Pero el concepto de la descentralización no es un error. Lo que pasa es que se ha hecho rematadamente mal. Es comparable a las multinacionales y el capitalismo. Nadie dijo nunca que el Capitalismo consistía en explotar a esclavos en países oprimidos por tiranías comunistas, populistas o simplemente por una pobreza histórica. La concentración de poder que conduce a que una empresa pueda tener secuestrado un sector del mercado es algo que va en contra del propio mercado. Es el Cáncer del Mercado Libre. Pues lo mismo pasa con el tema que nos ocupa. La descentralización es buena porque tiene como objetivo reducir el Gobierno, el Gran Estado. Reducir la intervención perniciosa de los gobiernos en el mercado es la radioterapia de tal cáncer. Pero esa terapia no sirve es contraproducente si lo que hace es generar más gobiernos pequeños que, sumados, hacen un gobierno aún mayor y más opresivo.

En resumen. Autonomías => mal; Descentralización => Bien;

Y por último. Nunca hay que confiar demasiado en un político. Primero, porque son personas, luego falibles. Y segundo: su oficio es sucio, si te acercas demasiado, acabarás manchado.
¿Y qué es confiar demasiado? Agitar banderines, dar besos, entregar a tus hijos para que el líder los bendiga, defenderlos de sus problemas como se defiende a una madre, etcétera. A quien Dios se la de, San Pedro se la bendiga. Y que cada palo aguante su vela.

Adiós
Salud

quasimod dijo el día 21 de Febrero de 2009 a las 08:01:

Lo que estamos necesitando no es una dama de hierro, que no me importaría si sabe lo que se hace; lo que necesitamos es de alguien lo suficietemente arrojado -no conozco a nadie que hoy me merezca tal calificación- u muchos alguien juntos en la misma dirección que le peguemos una patada bien fuerte a la vigente Constitución y la mandemos al carajo, pues ha traído más desventajas y perjuicios a España y a los españoles que ventajas o beneficios. Ha servido, está sirviendo, a los enemigos de España -socialistas, comunistas, separatistas y masones de variada condición, en el interior, además de los eternos enemigos en el exterior: Francia, Gran Brertaña, Marruecos..- para que esta nacion de más de 20 siglos de Historia quede disuelta como azucarillo en el café. En el interior, en la mamarrachada de las comunidades y ciudades autónomas. En el exterior, en las organizaciones supranacionales UE, OTAN ONU.
¿A qué esperamos? Puede que mañana sea tarde.

Pablo1 dijo el día 19 de Febrero de 2009 a las 22:12:

Espero, Sr. Vermoet, que no esté pensando en Doña Espe, la catoliquísima Doña Espe, conocida, entre otras cosas, por subvencionar a los mataderos abortistas, por financiar obras de teatro blasfemas y ofensivas para los cristianos, por esconderse cobardemente en el Congreso pepero de Valencia, o por hacer guiños seductores a las nacionalistas de todo pelo.
Hace poquito se la comparaba con Sarah Palin..¿ahora nos vamos a atrever con Margaret Tatcher?¿Qué será lo siguiente, Teresa de Calcuta?