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Haití liberal

Haití no sólo demuestra el fracaso del intervencionismo sino de una de sus criaturas más apreciadas: la ayuda exterior.

punt dijo el día 3 de Marzo de 2010 a las 18:56:

[Arquiloc] No soy economista sino informático, de modo que le agradezco cualquier corrección o puntualización que pueda realizar vd. (o quien sea que sepa más que yo) a mis comentarios, si es que están errados o incompletos.

Comentarle que la imagen que plasmé en el comentario tiene su origen en la información que he podido obtener acerca del libro "Dead Aid" de Dambisa Moyo, libro que no he tenido ocasión de leer (y, todo sea dicho, del que tengo mis dudas sobre si sería capaz de entenderlo caso de leerlo, ya que no hay edición española del mismo). En ese libro, la autora (economista africana) razona por qué el torrente de ayuda humanitaria que se envía a África es el principal obstáculo para su desarrollo, concluyendo que lo mejor que puede hacer el Primer Mundo para ayudar a África es dejar de enviar esas ayudas.

Precisamente fue en uno de los comentarios a la reseña de dicho libro donde se plasmaba una imagen muy gráfica de la cuestión: imaginemos que el mercado español fuese inundado de productos lácteos gratuitos provenientes -es un decir- del norte de Europa. ¿Qué pasaría con la industria láctea española? Indudablemente, se hundiría al ser incapaz de competir en el mercado contra una avalancha de productos gratuitos.

Lógicamente, no es la misma "foto" la de un torrente de ayuda humanitaria gratuita y la de un mercado en el que los productos importados resultan artificialmente más competitivos porque van subvencionados, pero veo semejanzas bastante importantes entre Haití y África (e incluso me quedan serias dudas sobre si realmente hablamos de "distintas fotos", ya que Haití es un país que en gran medida funciona a base de gran cantidad de ayuda humanitaria, lo que se correspondería con la estampa africana del libro de la señora Moyo).

Sea como sea, hace vd. una afirmación que no termino de ver que sea cierta. Dice vd.: "Los empresarios agrícolas de EE.UU. le dan sus productos a los haitianos, porque esperan conseguir a cambio bienes de Haití".

No termino de ver que sea cierto lo que dice por varias razones:

1.- Porque al estar subvencionados, sería más preciso decir que "Los empresarios agrícolas de EE.UU. dan sus productos a los haitianos, porque esperan conseguir a cambio bienes de Haití y subvenciones obtenidas de los contribuyentes de USA". En este sentido, dice vd. que los países "no compiten, sino que intercambian", pero tanto la subvención del producto propio como el arancel al producto ajeno son formas de distorsionar el mercado para privilegiar al producto propio, lo que representa una forma de competencia en lo que debería ser mero intercambio.
2.- Porque de hecho, tanto daría que el total lo pagase el estado americano: los agricultores querrían venderlos igual porque lo que quieren no son "bienes de Haití", sino "dólares americanos" (de hecho, me quedan dudas sobre si realmente el total lo paga el estado americano).
3.- Porque tal afirmación (el intercambio) tendría sentido en un mercado que fuese a un mismo tiempo ideal (en el que sólo existiese dicho intercambio y en el que el mismo no fuese distorsionado) y limitado (donde no hubiese más actores que Haití y USA), cosa que no sucede.

Sobre esto último, veo las siguientes circunstancias:

1.- USA exporta a muchos más países aparte de Haití, y de hecho el dólar americano se utiliza en muchas partes como vehículo de inversión (por ejemplo, en China, que acapara una millonada en dólares), lo que hace que el mundo entero esté inundado de dólares americanos. Por ello, los dólares que usen los haitianos para pagar sus importaciones no tienen por qué haberlos obtenido vendiendo bienes a USA (antes de que diga nada, intuyo que esto sólo significa que el circuito por el que se mueven los dólares desde Haití hasta los agricultores useños no es directo sino indirecto).
2.- Aunque no es un dato que conozca para el caso concreto de Haití, lo cierto es que la mayoría de las economías de los países subdesarrollados americanos (y no americanos) se mueven en gran medida en dólares. Las divisas locales (en este caso el Gourde haitiano, siendo 1 dólar=40,25 gourdes) suelen ser tan inestables y su valor tan volatil que la gente prefiere guardar sus ahorros en forma de dólares, de valor mucho más estable. De ahí a que el dólar pase a ser la moneda preferida por la gente para el uso diario va solo un paso (total, ya que la gente acumula dólares, ¿por qué va a andar convirtiéndolos en gourdes en lugar de hacer sus compras directamente en dólares? El tendero los va a aceptar gustoso...).
3.- Desde el momento en que probablemente Haití funcione internamente en dólares (aunque pueda ser de forma extraoficial) ya no estaremos hablando de "dos mercados que intercambian bienes", sino de "un único mercado común que funciona en dólares, en el que Haití sólo es una parte".
4.- De acuerdo con lo dicho en el punto anterior, ese "mercado único" estaría enormemente desnivelado. Ciertamente, habría un intercambio, pero temo que ese intercambio no sea precisamente comercial. Manejando cifras "wiki" (es decir, no demasiado fiables... y menos manejadas por mí, que no soy un experto en ello), veo unos cuantos hecho relevantes:

Algunas cifras que pueden describir por encima la realidad de Haití:
- Haití recibe unos 300 millones de dólares anuales en forma de ayuda humanitaria (me refiero a la ayuda que recibe de forma sostenida; no entro en la ayuda extraordinaria que se está enviando por causa del reciente terremoto).
- Esta ayuda humanitaria constituye entre el 30% y el 40% del presupuesto del gobierno.
- El 70% de la población haitiana vive bajo el umbral de la pobreza y, de hecho, se dedica a la agricultura de subsistencia.
- La renta per cápita es de 772 dólares (566,7 euros), es decir, unos 64 dólares (unos 47 euros) mensuales. Si esto es la media, resulta dificil imaginar con qué dinero sobrevive ese 70% de pobres.
- El 80% de la poca población que tiene un nivel de estudios elevado se va del país en busca de oportunidades, en una sangrante fuga de cerebros.
- Toda la información que he encontrado sobre la economía haitiana figura en dólares, lo que viene a reafirmaerme en la idea de que la econmía en moneda local (el citado Gourde) es minoritaria.

De modo que tenemos un país en el que el 70% de la población no tiene apenas actividad económica ninguna (son pobres y viven gracias a una agricultura de subsistencia que no les genera ingresos monetarios), donde viven con una media de 47 euros mensuales. Un país en el que la entrada de divisas no se produce por la venta de sus productos sino por la vía de la ayuda humanitaria (y, creo, la condonación de la deuda externa). Con esas divisas que llegan no se adquieren productos nacionales (lo que movería la economía) sino extranjeros, más competitivos por ser artificialmente baratos debido a las subvenciones. Y a eso hay que añadir la fuga de cerebros...

Imagino que me perdonará si carezco de suficiente teoría económica como para evaluar la situación de Haití como es debido, pero lo que yo alcanzo a ver es un país con una economía interna casi nula, con una industria inexistente y sin posibilidades de ponerse en marcha (sin dinero y sin gente capacitada, ¿cómo?) y cuyo papel económico se limita a poco más que recibir ayuda humanitaria y con ella comprar productos extranjeros para la subsistencia.

De ahí que no termino de ver que haya un "intercambio de bienes entre USA y Haití". La relación se me antoja más bien de dependencia.

Por cierto, ¿recuerda que dije que "los agricultores querrían vender [sus productos] igual porque lo que quieren no son bienes de Haití, sino dólares americanos? Se me ocurre que en el valor de los productos "vendidos" por los agricultores useños a Haití hay dos fracciones principales:
- una primera fracción es la subvención en dólares por el gobierno americano, de forma que la paga el contribuyente americano.
- la otra fracción, que es la que se paga, es el precio abonado por los haitianos, precio que se abona principalmente usando el dinero recibido, bien en forma de ayuda humanitaria, bien en forma de deuda condonada, en todo caso también en dólares. Al final, también la paga el contribuyente, sobre todo americano (que aporta más de un tercio de la ayuda humanitaria a Haití).

Si al final todo es pagado con fondos extranjeros, ¿No será esa mercancía un bien que en la práctica se envía gratis a Haití? ¿Y no es cierto que una invasión de productos gratuitos deforma un mercado como el haitiano hasta el punto de que sea imposible vender nada por su verdadero valor? ¿Y no desincentivará absolutamente la iniciativa empresarial el hecho de que sea imposible competir en el mercado?

Un saludo.

tinin dijo el día 2 de Marzo de 2010 a las 20:03:

A propósito de la realidad, Haití es uno de esos países donde los negros echaron, y masacraron a los blancos- franceses en este caso-Ahora ya son los dueños de su destino. Eso sí, a los ojos de Dios, todos somos iguales.

Arquiloc dijo el día 2 de Marzo de 2010 a las 13:43:

Punt
No ha entendido usted los mecanismos del comercio internacional. Los países no compiten, sino que intercambian.
Los empresarios agrícolas de EE.UU. le dan sus productos a los haitianos, porque esperan conseguir a cambio bienes de Haití. Así son los empresarios, pretenden conseguir cosas reales a cambio de sus productos... Las exportaciones americanas fuerzan importaciones de signo contrario, o flujos de capital americano hacia Haití.

Su metáfora es válida aplicada a los productores agrícolas de Haití, que se verán perjudicados. Pero no para el conjunto de la economía.

tobudi dijo el día 1 de Marzo de 2010 a las 21:46:

¿De donde saca Theodore Dalrymple el dato de que en Haití hay 10.000 ONGs, una por cada 800 habitantes, he leido su artículo original en Ingles (no el de Actualidad Económica) y no ofrece información al respecto.

punt dijo el día 1 de Marzo de 2010 a las 16:16:

[Arquiloc] Si un país rico subvenciona las exportaciones, lo hace para que sea más fácil vender esos productos fuera del país. En este caso, si USA subvenciona sus exportaciones, lo hace para hacer los productos "Made in USA" más competitivos en los mercados extranjeros.

Si tenemos un país pobre, con una industria débil, y lo inundamos de productos extranjeros artificialmente baratos, la industria local no puede competir con el producto extranjero y se hunde.

¿Pregunta vd. qué importa al "consumidor" el hecho de que USA subsidie sus productos exportados? Básicamente, ese "consumidor" probablemente irá al paro al hundirse la industria en la que trabaja, y encima ni siquiera podrá adquirir productos nadionales debido a que no se pueda permitir pagar los precios más altos. Al final, su única opción será ayudar a hundir su propio país adquiriendo los productos extranjeros, tramposamente baratos.

Y no confunda el subsidio con la reducción de costes. Para que lo vea claro, me permito traducir su duda a otro ámbito: ¿Qué importa al resto de corredores de los 100m lisos si el atleta de USA llega antes a la meta porque corre más o porque sale con 30m de ventaja?

Un saludo.

jonsy dijo el día 1 de Marzo de 2010 a las 16:05:

Joer, parece mentira que todavía haya que explicarlo:

Enviar ayuda a un país con alta intervención estatal es tirar el dinero: la posibilidad real de que la ayuda llege a ser útil es poco menos que nula. Demasiado político, demasiada intervención, demasiadas tasas, impuestos, prebendas, dinero bajo cuerda...

... Y de lo poco que quede de la ayuda, será el gobierno de turno el que decida dónde debe llegar dicha ayuda, con lo que el reparto no será óptimo sino que responderá a los optimos intereses del gobernante de turno.

Eso sin contar con la dependencia que se crea del exterior, de los favores debidos a países extranjeros, del decrecimiento del interes por desarrollar la iniciativa local ("!total, si ya nos dan la ayuda!")...

Para más inri, si la ayuda está subvencionada por el estado donante, significa que el estado está potenciando con el dinero de todos a la empresa que realiza la ayuda, en detrimento de otras que posiblemente fueran más útiles para el país receptor.

La ayuda bien entendida pasa por un ejercicio de reciprocidad: exigir al donante que no reciba beneficios ("subvenciones") para ejercer su ayuda, y al país receptor garantías de que la inversión sirve efectivamente a lo que está destinada. Es mucho más efectivo una ayuda empresa-a-empresa que estado-a-estado. De hecho las ong's serias no canalizan las ayudas a través de los gobiernos, pues saben de sobra la cantidad de "peajes" que tienen que sufrir, y el poco resultado que rinden.

Miento: tienen una muy alta eficacia a la hora de mantener al país receptor en la pobreza y en la permanente subvencion. Es muy rentable ayudar a un país a que nunca pueda salir por sí mismo de la pobreza.

Parece mentira que todavía haya que explicar estas cosas...

ongietor dijo el día 1 de Marzo de 2010 a las 14:36:

(Respondería por mi cuenta al anterior, que una intervención estatal más o menos masiva altera la posibilidad de que los mercados sean recíprocos, que es lo que convierte a un país de pobres consumidores en activos trabajadores que, naturalmente, consumen)

El terremoto de Haití puso en evidencia al castrochavi-zapalelonunismo; el de Chile veremos lo que enseña.

Oswald dijo el día 1 de Marzo de 2010 a las 10:18:

Tiene razón don Carlos: eso de ayudar a los pobres es una canallada.

Arquiloc dijo el día 28 de Febrero de 2010 a las 22:49:

No entiendo por qué el subsidio a las exportaciones en EE.UU. perjudica a los países pobres.
A los consumidores de los países pobres les da igual si los exportadores americanos reciben subsidios o han conseguido reducir costes.

Nasser