Un gran artículo de fondo.
No responde a un acontecimiento concreto.
Responde y explica, muy bien, un fenómeno de largo alcance.
"Los políticos hacen creer que ellos son "la" solución y el público, tras comprobar que no obran prodigios, los identifica como "el" problema"
Muy bueno, Cristina. Muy lúcida. El riesgo de presentarse como mesías es que pueden acabar corriéndote a gorrazos, como le pasó al protagonista de aquella historia de Kipling titulada "El hombre que pudo reinar".
Con ZP, se nota mucho, claro, porque solo sabe hacer cuatro trucos baratos de cabaret cutre, y la gente ya está cansada del repertorio, máxime cuando esperan que separe las aguas del Mar Rojo o algo así. Cualquier día se anima a hacer otra vez el truco de la bala, y le meten una moneda en el cañón (el truco de la bala es la negociación con ETA, claro está).
Muy interesante su análisis, doña Cristina. No aprendemos, y seguimos buscando pastor. Temo que los actuales balidos sean por falta de pienso (¡de pensamiento!) y no por darnos al fin cuenta de nuestra condición de ovejas y tener ganas de ser cabras. Del pastor loco vamos a pasar al pastor vago sin abandonar el redil estatista.
Ayer, en un debate televisivo, unos apoyaban la propuesta de introducir el feminismo como materia troncal universitaria, otros se oponían. Nadie defendió que, simplemente, el gobierno no debería tener derecho a introducir nada en una universidad y que estas deberían ser libres, y autofinanciarse sometidas a la competencia.
Un análisis certero, pero déjeme añadir que en mi opinión, la "clase periodística" tiene mucha culpa del problema.