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El empresario y la pobreza

No es fácil aprender cómo funciona el mercado y, afortunadamente, no es necesario entenderlo para que funcione bien. Prueba de ello es que ha existido desde tiempo inmemorial sin que la gente lo comprendiera.

Rearden_ dijo el día 3 de Abril de 2010 a las 22:21:

Retablo, depende de lo que entiendas por "perfección".Si con perfección te refieres, a la desaparición de la pobreza, solo debes echar un vistazo a las noticias diarias y leer algunos libros de historia.La desaparición de la pobreza de amplias regiones de la Tierra viene unida al derecho de propiedad privada , al desarrollo del mercado y el respeto escrupuloso de la ley.Que en estas regiones unos viven de forma mas holgada que otros, es un hecho,pero si queremos repartir esa riqueza de forma igualitaria, dejamos de ser justos, y sin justicia no hay mercado.La perfección es utópica en si misma.

El libre mercado, no es perfecto, pero si es el sistema mas justo concebido asta ahora.

Retablo dijo el día 31 de Marzo de 2010 a las 18:12:

Caramba, esto se parece mucho a lo que les cuento yo a mís hijos. Me gustó por eso.

Pero yo creo que es importante darse cuenta de una cosa: no hay sistema perfecto.

Creen los comunistas que es posible llegar al paraíso comunista, sin darse cuenta de que eso a lo que aspiran nunca sería un paraíso, aunque sólo fuera porque un ser libre podría decidir que para él no lo es, porque no se le apetece, y punto. Y si estamos hablando de imponer a alguien lo que no le apetece.. deja de ser el paraíso, y un sistema perfecto.

Pero igual podemos caer en la tentación de creer que en el mercado todo se ajusta de manera natural, perfecta, sin dolor de nadie ni agravio de algunos. Y no es así, ni podrá ser así nunca. El paraíso liberal es tan utópico como el comunista.

Normalmente, quien se esfuerza y tiene talento triunfa; y quien no se esfuerza ni tiene talento, no triunfa. Y sin embargo, no todos llegaron a ricos por su esfuerzo y talento, ni invierten su riqueza con efecto multiplicativo para la de todos. Ni todos llegaron a pobres por su falta de esfuerzo y talento. Entonces se quiere hacer intervenir al estado para corregir el tema. Olvidando que, ciertamente, lo normal es lo escrito al principio de este párrafo, y que no todo el que llegó a rico lo fué por suerte, ni todo el que es pobre lo fué por su mala fortuna.

Ni intervenir, ni no intervenir, darán la perfección. Y es que todo tiene sus ventajas e inconvenientes, y no es posible quedarse sólo con las ventajas sin padecer los inconvenientes. Que haberlos, haylos, tanto en el caso del orden natural (el mercado), como del artificial (socialismo).