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El consenso de la nada

Mientras el Gobierno pierde un tiempo precioso con maniobras propagandísticas y consensos vacíos, lo que sigue creciendo de manera muy justificada es la preocupación de los españoles por el paro, tal y como muestra el último sondeo del CIS.

veintido dijo el día 1 de Abril de 2010 a las 09:33:

Primero fue el Partido Popular quien denunció la falta de medidas estructurales necesarias para un futuro relanzamiento de la economia mas maltrecha de la Comunidad Europea, luego el representante de CiU, Duran i Lleida, el que describió de forma más acertada esas reuniones en el Palacio de Zurbano como una "coartada para ganar tiempo" y poco a poco las reticencias de los demás partidos han dado practicamente la puntilla a un "pacto" que no será tal sino una foto de un simple "Acuerdo sobre la nada", para disimular la falta de apoyo y seguir ganando (o mas bien perdiendo) el tiempo para que no tenga que ser el Partido Socialista quien tome unas medidas imprescindibles e impopulares.

Mientras el Gobierno sigue derrochando tiempo en estas maniobras propagandísticas, lo que sigue creciendo, de manera muy justificada, es la preocupación de los españoles por el paro, tal y como muestra el último sondeo del CIS. Precisamente, la ausencia del ministro de Trabajo en la comisión negociadora del Gobierno y, sobre todo, la ausencia de reforma alguna de nuestro rígido mercado laboral en el documento de marras, es una de las características más vergonzosas de este pretendido consenso.

Parece algo grotesco que intente vender ante la opinión pública unos acuerdos sobre cuestiones intrascendentes que responsabilizarian a quien los firmara de todo el desastre socialista. Lo deseable seria en este momento la convocatoria de elecciones que dotara al nuevo poder ejecutivo de la fuerza moral necesaria para abordar tan graves cuestiones.

Actualmente este Gobierno es un cadáver politico que depende únicamente de las ocurrencias cada vez mas peligrosas de su lider, agobiado y menospreciado cada vez dentro y fuera de nuestras fronteras ante la inminencia del fin.