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Negociar no importa qué

¡Diálogo, diálogo, diálogo...! ¡Siempre diálogo! Un diálogo que nunca llega y que menos aún permite suponer que de él podría devenir algún fruto en beneficio de la sociedad española.

juancaro dijo el día 9 de Octubre de 2010 a las 19:30:

Sin quizá, don Tomás. Comprendo que por sus fuertes convicciones cristianas se incline siempre por hallar siquiera un atisbo de decencia en las personas pero no es el caso del iluminado. La mascarada, la pantomima, fue y ha sido total pero, en mi opinión, visible, fácil de detectar.

El lenguaje gestual del iluminado es muy revelador. Al igual del que dicen es una suerte de mago de la mentira y para mí no es para tanto ya que se le nota bastante (p.e. sus rápidos parpadeos). Me refiero al de la etiqueta de anís del mono. Es que hasta escribir el nombre de determinados individuos me resulta asqueante.

Ciertamente lo del personaje con la economía es una pelea constante puesto que siempre ha sido un tema menor en su política. Donde ha puesto su interés ha sido en otros: territorialidad y organización del estado, negociación con los asesinos, imposición de su proyecto liberticida y homicida (homosexualidad, aborto, eutanasia, enseñanza, ...) y política exterior enfocada a defender a tiranías socialistas y musulmanas de diverso pelaje.